Redacción Internacional.- Por primera vez desde los disturbios de 1992, tropas de la Guardia Nacional patrullan las calles de Los Ángeles, esta vez bajo órdenes directas del expresidente Donald Trump.
La medida, tomada sin el consentimiento del gobernador Gavin Newsom, responde a protestas masivas por redadas migratorias en la ciudad. Trump invocó su autoridad bajo el Título 10 para federalizar a 2,000 efectivos, lo que ha sido calificado por autoridades estatales y organizaciones civiles como un acto de provocación y una ruptura con el equilibrio tradicional entre los poderes federal y estatal.

Comienzan a llegar, este domingo, miembros de la Guardia Nacional a Los Ángeles tras anuncio del presidente Donald Trump para responder a las protestas por «su agresiva política migratoria», a pesar de la oposición del gobernador Gavin Newsom.
La Guardia Nacional es desplegada como consecuencia de las protestas violentas que se han presentado en contra del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Trump actuó ante de lo decidido por Newsom, quien habitualmente tiene el control de la Guardia Nacional de California. Trump argumentó que permitir que esas tropas intervengan era necesario para “combatir el incumplimiento de la ley” en el Estado. El gobernador demócrata, por su parte, calificó la medida de “intencionadamente provocadora” y advirtió que “solo escalará las tensiones”.
Los disturbios comenzaron el viernes en la ciudad de Paramount, California, luego de que agentes federales supuestamente realizaran una redada cerca de una tienda Home Depot.
¿Cuál es el requisito para deplegar la Guardia Nacional?
Las fuerzas militares federales no pueden desempeñar funciones policiales contra ciudadanos estadounidenses salvo en tiempos de emergencia.
La principal herramienta legal es la Ley de Insurrección del siglo XVIII, que permite al presidente activar el Ejército o la Guardia Nacional en casos de rebelión o disturbios.
Trump usó otra ley federal que permite ‘federalizar’ la Guardia Nacional bajo tres situaciones:
- Si Estados Unidos es invadido o está en peligro de serlo.
- Cuando se está produciendo una rebelión o existe la amenaza de rebelión contra la autoridad del gobierno federal.
- Si el presidente no puede “hacer cumplir las leyes de Estados Unidos” con las fuerzas regulares.
Según la proclamación de Trump, las tropas de la Guardia Nacional tendrán un rol de apoyo, es decir, deberán proteger a los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Steve Vladeck, experto en derecho militar y seguridad nacional en la Universidad de Georgetown, explicó que la Guardia Nacional no puede realizar tareas de orden público ordinarias sin que se invoque, la antigua Ley de Insurrección.
Vladeck advirtió que existe el riesgo de que miembros de la Guardia Nacional terminen haciendo uso de la fuerza mientras cumple con ese papel de “protección”. Y eso entonces podría llevar al despliegue más agresivos más adelante.
“No hay nada que estas tropas puedan hacer que, por ejemplo, puedan hacer los propios agentes del ICE blanco de estas manifestaciones”, escribió Vladeck.
Tras el anuncio del sábado, el actual secretario de Defensa, Pete Hegseth, afirmó que podrían adoptarse medidas adicionales y que marines en Camp Pendleton estaban en alerta máxima y podrían movilizarse “si continúan los actos de violencia”, publicó en la red social de X.


