El expresidente Donald Trump hizo campaña el jueves en uno de los condados más demócratas del país y realizó un mitin en el sur de El Bronx mientras intenta cortejar a los votantes de las minorías, días antes de que un jurado de Manhattan comience a deliberar sobre si lo condenará por delitos graves en en el juicio de dinero para comprar silencio.
Trump se dirigió a sus seguidores en Crotona Park, un espacio verde público en un vecindario que se encuentra entre los más diversos y empobrecidos de la ciudad, un cambio con respecto a las áreas de mayoría blanca donde realiza la mayoría de sus mítines. Si bien la multitud no era tan diversa como la del sur de El Bronx en su conjunto, incluía un gran número de votantes afro americanos e hispanos.
Trump se presentó como un mejor presidente para los votantes negros e hispanos que el presidente Joe Biden, mientras criticaba a Biden en materia de inmigración, un tema que Trump ha convertido en fundamental en su campaña. Insistió en que “el mayor impacto negativo” de la afluencia de inmigrantes en Nueva York es “contra nuestra población negra y nuestra población hispana que están perdiendo sus empleos, perdiendo sus viviendas, perdiendo todo lo que pueden perder. Ellos son los más afectados por lo que está pasando”.
Algunos en la multitud respondieron coreando: “Construyan el muro”, en referencia a la iniciativa de Trump mientras estaba en la Casa Blanca para construir una barrera fronteriza entre Estados Unidos y México.
Con Trump confinado en Nueva York para su juicio durante gran parte de las últimas seis semanas, la campaña del presunto candidato republicano ha planeado una serie de paradas locales en su ciudad natal antes y después del juicio. Visitó una bodega en Harlem, pasó por un sitio de construcción y se tomó una fotografía en una estación de bomberos local.
Pero el mitin de El Bronx es su primer evento abierto al público en general, ya que insiste en que está haciendo una jugada para ganar un estado abrumadoramente demócrata que no ha respaldado a un republicano para la presidencia desde Ronald Reagan en 1984. Además de crear un espectáculo de asistentes y manifestantes, el mitin también le dio a Trump la oportunidad de resaltar lo que, según él, son ventajas en cuestiones económicas y de inmigración que podrían afectar a bloques electorales demócratas clave.
“La estrategia es demostrar a los votantes de El Bronx y Nueva York que esta no es la típica elección presidencial, que Donald Trump está aquí para representar a todos y volver a encarrilar a nuestro país”, dijo el representante republicano de Florida Byron Donalds. un posible compañero de fórmula de Trump que creció en Brooklyn y habló en el mitin.
El expresidente abrió su manifestación con una oda a su ciudad natal, hablando de sus humildes comienzos como un pequeño centro comercial holandés antes de convertirse en una glamorosa capital cultural que “inspiró al mundo entero”. Si bien Trump estableció su residencia en Florida en 2019, el jueves recordó sus esfuerzos por revitalizar Wollman Rink de Central Park y a las personas que conocía en el negocio inmobiliario.
“Todos querían estar aquí”, dijo a la entusiasta audiencia. “Pero lamentablemente ahora esta es una ciudad en decadencia”.
“Si un neoyorquino no puede salvar a este país”, continuó diciendo, “nadie podrá”.
Horas antes de que comenzara el mitin de Trump, una larga fila de simpatizantes ataviados con gorras rojas que decían “Made America Great Again” y otros artículos de Trump serpenteaban por el parque, esperando que comenzaran los controles de seguridad. La gente todavía entraba al parque una hora después del discurso de Trump, y algunos entusiastas partidarios corrían cuesta arriba hacia el lugar de la manifestación después de pasar el control de seguridad.
El Partido Demócrata de El Bronx protestó por la aparición de Trump con su propio evento en el parque.
Estuvieron presentes miembros de múltiples sindicatos, con carteles que decían “El Bronx dice no a Trump” tanto en inglés como en español.
“Estamos acostumbrados a funcionarios electos, funcionarios gubernamentales, oportunistas de todo tipo que vienen a nuestra comunidad y utilizan nuestra dolorosa historia”, dijo la representante estatal demócrata Amanda Septimo, quien representa al sur de El Bronx. “Hablan sobre El Bronx y todo lo que tiene de malo, pero nunca llegan a la parte que habla de lo que van a hacer por el Bronx y sabemos que Trump nunca llegará a esa parte en su discurso”.
Pero algunos lugareños entre la multitud del jueves no estuvieron de acuerdo.
Margarita Rosario, una mujer de 69 años que ha vivido en el distrito durante más de 60 años, dijo que vio a la representante Alexandria Ocasio-Cortez de Nueva York en la televisión la noche anterior sugiriendo que El Bronx no apoyaría a Trump. Eso la impulsó a presentarse, sosteniendo una bandera de Trump y un cartel que decía: “Hagamos que Estados Unidos vuelva a ser grande”.
“Me molesté mucho con eso. Dije: ‘¿Cómo se atreve a hablar en nombre de todo El Bronx?’”, dijo Rosario.
Muhammad Ali, un hombre de 50 años que vive en El Bronx y dijo que planeaba votar por Trump en noviembre, dijo que alguna vez pensó que el expresidente era racista, pero que sus puntos de vista han cambiado.
“Necesitamos un presidente patriótico en este momento y encuentro a Donald Trump más patriótico por el momento que Joe Biden”, dijo Ali, un inmigrante de Bangladesh y trabajador de la agencia de transporte de Nueva York.
Al menos un neoyorquino entre la multitud dijo que conocía a Trump de sus días como un multimillonario local de bienes inmuebles.
Alfredo Rosado, de 62 años, dijo que ha sido partidario de Trump desde 1998, cuando trabajó durante varios meses como portero suplente de verano en el edificio Trump Tower.
Rosado contó cómo Trump le preguntó su nombre y se detuvo a charlar. “Es la misma persona que ves”, dijo sobre el expresidente.
La campaña de Trump cree que puede socavar el apoyo a Biden entre los votantes negros e hispanos, particularmente entre los hombres más jóvenes que tal vez no sigan la política de cerca, pero que están frustrados por su situación económica y atraídos por la personalidad de tipo duro de Trump.
También ha argumentado que las acusaciones que enfrenta en Nueva York y otros lugares lo hacen identificable con los votantes negros frustrados por el sistema de justicia penal, una declaración que fue duramente criticada por los aliados de Biden.
El mitin se produce durante una pausa en el juicio penal por dinero secreto de Trump. La corte se reanudará después del fin de semana del Día de los Caídos con los argumentos finales. Luego, el jurado decidirá si Trump se convertirá en el primer expresidente en la historia de la nación en ser condenado penalmente y si será el primer candidato presidencial de un partido importante en postularse como un delincuente convicto.
El Bronx alguna vez fue el distrito más demócrata de la ciudad. Barack Obama ganó el 91,2% de los votos del municipio en 2012, el más alto del estado. Biden ganó el 83,5% del distrito en 2020. Trump obtuvo sólo el 16% de los votos.
El área que visitó Trump es abrumadoramente no blanca, a diferencia de la mayoría de los lugares de sus reuniones. Alrededor del 65% de los residentes son hispanos y el 31% negros, según datos del censo de Estados Unidos. Alrededor del 35% vive por debajo del umbral de pobreza.
Al concluir su discurso, Trump dijo que se despertó el jueves sin estar seguro de la recepción que tendría en El Bronx.
“Dije: ‘Me pregunto: ¿será hostil o amistoso?'”, dijo. “Fue más que amistoso. Fue una fiesta de amor”.
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