El expresidente Donald Trump celebró una mesa redonda con votantes en Detroit el sábado, en una iglesia afroamericana del centro de Detroit, en el estado clave de Míchigan y más tarde, participó en otro mitin convocado por la organización ultraconservadora Turning Point Action, que según la Liga Antidifamación tiene conexiones con supremacistas blancos.
Trump busca los votos de la comunidad negra para las elecciones, que tradicionalmente le ha dado la espalda por sus polémicas de tintes racistas, como durante sus años de ataques contra el presidente Barack Obama.
Pero entre el público, que lo ovacionó varias veces y le cantó el cumpleaños feliz, también había un grupo significativo de seguidores blancos del exmandatario que ayudaron a completar el aforo, un síntoma del mucho trabajo que tiene por delante el republicano para conquistar a los afroamericanos que votan mayoritariamente demócrata.
“Biden es el peor presidente que ha habido para los afroamericanos”, exclamó Trump desde el altar de la Iglesia 180 de Detroit, escudado por dos banderas estadounidenses y una gran cruz cristiana.
El republicano reiteró sus habituales ataques contra el presidente Biden, a quien acusó de haber hundido la economía y de haber permitido la entrada de migrantes irregulares que, dijo, son criminales y roban el trabajo a los afroamericanos.
Según una encuesta del Centro Prew, la población afroamericana sigue siendo demócrata en su inmensa mayoría, puesto que el 78% votaría por Biden frente al 18% que lo haría por Trump.
Antes de irse a un foro de extrema derecha, Trump estuvo escuchando a varios miembros de la comunidad, incluido el pastor afroamericano Lorenzo Sewell, quien le agradeció por haber visitado el barrio, algo que nunca hicieron ni Barack Obama, el primer presidente negro de la historia, ni Biden.
Trump también fue la estrella invitada de la llamada Convención Popular convocada por la organización ultraconservadora Turning Point Action en Detroit.
“Los demócratas de izquierda radical robaron las elecciones de 2020 y no vamos a permitir que hagan fraude en las presidenciales de 2024”, aseguró Trump, ovacionado por el público, entre los que había congresistas del ala más radical de los republicanos.
Trump, imputado por intentar revertir los resultados electorales de 2020 y de haber instigado el asalto al Capitolio, no reconoce su derrota frente al demócrata Joe Biden y asegura sin pruebas que fue víctima de un fraude electoral.
El republicano insistió en su discurso en que es víctima de una persecución judicial impulsada por Biden y prometió la mayor deportación de la historia de Estados Unidos si regresa al poder tras las elecciones del 5 de noviembre.
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