Nueva York – La mayoría republicana electa para la legislatura de Estados Unidos allana el camino para que Donald Trump nombre más jueces conservadores al Tribunal Supremo una vez asuma como presidente tras ganar las elecciones generales del pasado martes.
Un informe de NBC News esta semana apunta a que los republicanos ya están en conversaciones para adelantar sus intereses a través de nombramientos al máximo foro judicial.
Durante su mandato anterior, Trump ya había nombrado a tres jueces de su confianza, Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett.
Para obtener una mayoría en el Supremo, Trump tiene que lograr que el Senado apruebe otras dos designaciones.
Si lo anterior ocurre, Trump sería el primer presidente desde Franklin D. Roosevelt en nominar una mayoría de jueces a la referida corte.
Al momento, toman decisiones seis jueces conversadores y tres liberales entre la que se encuentra la de origen boricua de Nueva York, Sonia Sotomayor.
Los tres jueces que Trump nombró al Supremo fueron claves para anular la protección del derecho al aborto a nivel nacional bajo “Roe versus Wade”.
En el 1973, la Corte determinó que la Constitución de Estados Unidos protegía el derecho de hacerse un aborto.
Con el fallo en junio de 2022, los conservadores devolvieron a los estados el poder o la autoridad para legislar sobre el tema.
La anulación de la doctrina federal venía sonando desde mayo pasado cuando trascendió a los medios el borrador de una opinión escrita por el juez Samuel Alito que contenía los planes para dejar sin efecto Roe v. Wade.
Precisamente, los conservadores están pendientes del retiro de jueces como Alito.
Clarence Thomas también está próximo a retirarse.
Los republicanos en el Senado recuperaron escaños que antes pertenecían a los demócratas, como West Virginia, Montana y Ohio. Se anticipa que el número podría aumentar en medio de reñidas contiendas de las que aún no se tienen resultados definitivos.
La ventaja de la colectividad le permitiría confirmar jueces y magistrados con mayorías simples.
Todos los jueces de la Corte Suprema son nominados por el presidente y confirmados por el Senado. Sus nombramientos son vitalicios o de por vida. En teoría se dice que, como no tienen que hacer campaña electoral o para la reelección, están protegidos de presiones e influencias políticas al momento de decidir sus fallos. Sin embargo, usualmente, los presidentes nominan jueces que están en la misma línea que ellos en cuanto a ideología política, intereses y prioridades.
“La Constitución no estipula el número de jueces de la Corte Suprema; en su lugar, el número lo establece el Congreso. Ha llegado a haber tan sólo seis jueces; pero desde 1869, ha habido nueve jueces, incluyendo un juez presidente”, explica una entrada sobre la Rama judicial en whitehouse.gov.
Los principales candidatos para ocupar la portavocía de la mayoría del Senado, John Thune, republicano por Dakota del Sur, y John Cornyn, de Texas, tienen entre sus prioridades la confirmación de jueces que nomine Trump al Supremo.
“Cuando llegue enero, debemos estar listos para confirmar a sus nominados”, declaró Cornyn según citado por el referido medio.
Previamente, Cornyn reveló que Trump había discutido con Federal Society y otros grupos conservadores sobre quiénes serían los mejores candidatos.
Una fuente cercana a Thune indicó, por su parte, que confirmar a los jueces conservadores será una prioridad, mientras calificó el primer mandato de Trump como un gran modelo a seguir.
Si Thomas o Alito renuncian, la probabilidad es que Trump examine primero a los jueces de tribunales de apelaciones que nombró durante su primer mandato con el fin de encontrar reemplazos.
A esto se suma el debate sobre si Sotomayor, de 70 años, se retira o no. Meses atrás, incluso algunos demócratas discutieron públicamente si la jueza liberal debería dimitir y asegurar un reemplazo.
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