Con su ojo aun morado, hinchado y cerrado, la trabajadora de la MTA, Noreen Mallory, contó los detalles del ataque que sufrió el 14 de febrero a las 6 de la mañana.
Abdellahi Mohammed, de 25 años, le dio un puñetazo en el rostro, simplemente por haberlo despertado mientras dormÃa dentro de la estación de Wall St.
“Ãl me persiguió por la plataforma de la estación y luego me golpeó a puñetazos, hasta que me dio el más fuerte en el ojo, fracturándome la cavidad orbitaria de mi ojo izquierdo”, contó Mallory.
De acuerdo con su recuento de los hechos, Mallory se percató que un individuo estaba dormido en dicha estación y procedió a despertarlo, pero el individuo identificado como Abdellahi Mohammed, se enfureció.
“Estuve aterrada desde el momento que me miro, él estuvo muy enojado”, agregó Mallory. “Este es un problema que nos afecta constantemente a los agentes de las estaciones y demás trabajadores de la MTA, la seguridad mientras realizamos nuestro trabajo”.
Milly Puello, otra trabajadora de la MTA, labora como conductora de un autobús y también ha enfrentado situaciones de peligro en su trabajo.
Gary Rosario.
“Nosotros pasamos por toda clase de abusos, pero yo sà he tenido mucho problema en el bus y he tenido que llamar a la policÃa”, dijo Puello. “Siempre cuando yo salgo de mi casa lo primero que yo hago es pedirle a Dios que yo llegue sana y salva a de regreso para mi familia todos los dÃas”.
En el momento del ataque a Noreen Mallory, varios usuarios del ‘subway’ intervinieron para ayudarla y detener al atacante. El individuo también le dio un puñetazo a un hombre de 34 años, pero entre todos lograron sujetar a Abdellahi Mohammed hasta que llegó la policÃa y lo detuvieron. El sujeto ha sido acusado de dos cargos de agresión en segundo y tercer grado.
“Nosotros como conductores tenemos que tal la ciudad nos tiene que proteger y eso es una cosa que ¿vamos a esperar hasta que maten a alguien?”, se preguntó Gary Rosario, chofer de la MTA.
De acuerdo con las autoridades, en lo que va del 2024 los crÃmenes graves han aumentado en 18%, agresiones un 3%, robos 30% y arrestos un 40%.
“La seguridad debe ser una prioridad tanto para los usuarios, como para nosotros los trabajadores”, agregó Mallory.
De acuerdo con las autoridades, la última dirección del individuo es justamente en el Centro de Ayuda para los inmigrantes en busca de asilo, ubicado en East Village, donde agredió a los trabajadores de ese lugar el 4 de enero.
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