Tomás, un muchacho lleno de sueños y con todo un futuro por delante, disfrutaba cada día de su motocicleta, la cual había comprado hace solo unos días, no llevaba una semana con ella y era su orgullo. Con ella se movilizaba a estudiar, a visitar a sus amigos y a compartir con su familia. Pero esa misma moto se convirtió en el motivo de la tragedia que arrebató su vida demasiado pronto.
Eran cerca de las 12:00 de la medianoche cuando, en hechos que todavía investigan las autoridades de tránsito, Tomás perdió el control de su motocicleta Dominar 400 de placa OYM34F, modelo 2021, cuando se desplazaba en sentido Dosquebradas – Santa Rosa de Cabal, Risaralda, Colombia. De repente, se estrelló contra la baranda metálica del puente Helicoidal y cayó al vacío desde una altura de 22 metros. El joven quedó tendido en la parte baja de la calzada, algunas personas que se percataron del accidente informaron a la Policía Nacional, a los organismos de socorro.
El Cuerpo de Bomberos acudió al lugar para realizar el rescate de Tomás. Una ambulancia privada lo recogió y lo trasladó a un centro asistencial, a donde ingresó con fracturas en ambas piernas y un trauma craneoencefálico severo. Los médicos lucharon por salvarle la vida, pero las heridas eran demasiado graves y, horas después, Tomás falleció en la clínica Los Nevados de Pereira.
El grupo de criminalística de la Policía de Tránsito y Transporte de Risaralda se encargó de la inspección técnica del cuerpo, el cual fue trasladado a Medicina Legal para la necropsia.
Tomás Martínez Ramírez era natural de Pereira, soltero y el menor de dos hermanos. Era un joven universitario apasionado por las motocicletas y practicaba artes marciales. Vivía junto a su familia en un conjunto residencial Pasadena, en el municipio de Dosquebradas.
Las autoridades de tránsito investigan qué fue lo que llevó al joven a perder el control de su motocicleta en el puente Helicoidal, si se trató de un exceso de velocidad, una maniobra imprudente o si algún otro vehículo lo habría hecho caer.



