La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que el tiroteo ocurrido en la escuela católica La Anunciación, en Mineápolis (Minesota), que dejó dos niños muertos y 17 personas heridas, será investigado como un posible crimen de odio y un acto de terrorismo doméstico.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) asumió la investigación, considerando la posibilidad de que el ataque estuviera motivado por odio religioso hacia los católicos. La vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó la información en una rueda de prensa y añadió que también se está evaluando si el sospechoso se identificaba como transexual.
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Críticas al discurso político tras la tragedia
Durante la conferencia, Leavitt criticó a Jen Psaki, presentadora de MSNBC y exvocera de los expresidentes Barack Obama y Joe Biden, por cuestionar la eficacia de las “oraciones” como respuesta política tras la tragedia, sin abordar el tema del control de armas. Leavitt calificó las críticas como una falta de respeto hacia quienes creen en el poder de la fe.
Estados Unidos continúa encabezando la lista mundial de tenencia de armas per cápita. A pesar de los numerosos tiroteos, no se han aprobado regulaciones significativas sobre el control de armas. En lo que va de 2025, ya se han registrado 286 tiroteos masivos en el país.
El atacante publicó un manifiesto antes del crimen
El responsable del ataque fue identificado como Robin Westman, un hombre de 23 años, quien abrió fuego durante una misa matutina en la escuela antes de quitarse la vida, según la policía local.
Westman había publicado en YouTube una serie de videos donde amenazaba con atacar una escuela católica, lanzaba comentarios antisemitas y expresaba hostilidad hacia el expresidente Trump.
El contenido fue eliminado, pero está siendo analizado por las autoridades federales.
Funcionarios como la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, y el director del FBI, Kash Patel, confirmaron que Westman se había declarado transexual y lo calificaron como un “monstruo”. El caso ha reavivado debates sobre la radicalización en línea y la necesidad de reforzar los sistemas de prevención de ataques domésticos.
Con información de EFE.
Por: Yari Araujo