Un trabajador petrolero de Texas ha estado detenido durante nueve meses en una de las cárceles más peligrosas de México tras cruzar la frontera en lo que su familia califica como un “accidente honesto”. Caden Hawkins, de 23 años, está recluido por cargos de posesión de armas en el Cereso Estatal No. 3 de Ciudad Juárez desde el 2 de marzo.
Según su madre, April Thomas, el joven cruzó la frontera sin darse cuenta en Columbus, Nuevo México, mientras intentaba regresar a su casa en Hallsville tras un trabajo, guiado únicamente por su GPS. Thomas relató que estaba al teléfono con su hijo cuando este describió los malos badenes de la zona y luego dijo que no podía dar la vuelta, escuchándose voces de hombres hablando en español. Hawkins grabó el tenso intercambio en su teléfono momentos antes de ser esposado y detenido.
Su madre supo después que fue arrestado por llevar consigo una pistola y municiones, un arma para la que tenía licencia legal de portación en Estados Unidos, e insiste en que fue un “accidente honesto”. “Mi hijo no es un criminal”, afirmó.
Haley Nicole Hawkins, hermana de Caden, dijo que la detención ha sido “una de las cosas más difíciles que cualquiera de nosotros ha soportado”. Desde su arresto, la familia ha gastado decenas de miles de dólares tratando de traerlo a casa y ahora ruega a los legisladores que intervengan. “Necesitamos a alguien que sea más poderoso que nosotros”, dijo Thomas.
El representante estatal de Texas Oriental, Jay Dean, afirmó que Hawkins está siendo utilizado como un “activo de efectivo para un juez federal corrupto en Juárez, México” y que su “familia ha sido extorsionada durante meses”. Dean alegó que la familia está siendo “obligada a pagar más de 1000 dólares a la semana para que Caden pueda tener agua caliente, papel higiénico y cierta protección contra los reclusos violentos”.
“Esto es absolutamente inaceptable y debemos unirnos para obligar a nuestro gobierno federal a TRAER A CADEN A CASA”, escribió Dean en Facebook. Dean, quien dijo estar “decidido” a llevar a Hawkins a casa para Navidad, se unió al senador estadounidense John Cornyn para pedir intervención federal e instar al público a contactar oficinas gubernamentales.
Los abogados de la familia de Hawkins indicaron que su apelación, presentada hace nueve meses, podría no ser revisada hasta por dos años y advirtieron que podría enfrentar una sentencia de hasta cuatro años.
El Cereso Estatal No. 3 es considerado una de las cárceles más peligrosas de México, marcada por motines violentos, hacinamiento, jerarquías manejadas por pandillas e internos, y repetidas fallas de seguridad. El Día de Año Nuevo de 2023, la prisión fue sacudida por un motín sangriento orquestado por la pandilla Los Mexicles, que mató a 10 guardias y liberó a alrededor de 30 reclusos.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**