Santo Domingo.– La tranquilidad de una comunidad se vio interrumpida este martes tras un suceso lamentable ocurrido en la residencia de Ángela Reynoso, una señora de 69 años que, según informaciones oficiales, fue atacada por su pareja, Juan Arturo Santiago, con quien había compartido más de 30 años de convivencia.
Todo ocurrió dentro de la vivienda donde ambos residían. De acuerdo con versiones ofrecidas por personas presentes en el lugar, la señora se encontraba sentada viendo televisión cuando fue sorprendida de manera repentina por el señor Juan Arturo, quien la agredió sin que antes hubiera ocurrido algún tipo de discusión. El acto fue presenciado por un niño de ocho años que vivía con la pareja, y cuyas declaraciones fueron fundamentales para entender lo que sucedió.
Los familiares de Ángela Reynoso manifestaron que, a lo largo del tiempo, la relación de la pareja había presentado situaciones difíciles. Comentaron que existían antecedentes de conflictos, incluyendo un episodio anterior en el que, según indican, Juan Arturo habría intentado o intentó prender fuego a la casa mientras su compañera estaba adentro, tras una discusión vinculada a temas económicos.
Actualmente, el señor Juan Arturo Santiago está bajo custodia en un destacamento de la Policía Nacional. El Ministerio Público se encuentra a cargo del caso y tiene previsto presentar una solicitud de medidas de coerción en las próximas horas, en el marco de las investigaciones que siguen su curso.
El cuerpo de la señora Reynoso fue trasladado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) para los procedimientos correspondientes. De acuerdo con lo informado por sus allegados, sus restos serán sepultados este miércoles.
El hecho ha causado consternación entre los vecinos, quienes lamentan profundamente lo ocurrido. La comunidad permanece a la espera de que las autoridades actúen conforme a los procedimientos establecidos para esclarecer completamente el caso.
Mientras tanto, el menor que fue testigo de lo sucedido recibe atención de familiares cercanos. Las autoridades correspondientes también evalúan las condiciones del niño para asegurar su bienestar emocional y físico luego del impacto vivido.
Este suceso ha reavivado preocupaciones sobre la necesidad de apoyo y seguimiento en situaciones familiares con antecedentes conflictivos, así como sobre la protección de personas en condiciones de vulnerabilidad.