¡Cómo me alegro en el Señor! Me lleno de gozo en mi Dios, porque me ha brindado su salvación, ¡me ha cubierto de victoria! Isaías 61:10
Dios ha hecho tanto por nosotros. Nos ha dado la salvación, la cual es el regalo más grande que podamos recibir. Nos ha librado de la muerte eterna, y tan solo por Su gracia nos la dio. Esto debe ser un motivo para estar alegres, pero da pena ver cómo muchos que dicen ser salvos andan con el rostro abrumado, desesperanzados porque un problema no ha podido resolverse. Esto demuestra la falta de valor que damos a nuestra salvación.
Cualquiera situación nos quita el gozo, y no puede ser así. Por eso el salmista David decía: “Bendice, alma mía a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios”. Es que no podemos olvidar lo que Dios ha hecho. Muchas veces esto pasa porque estamos acostumbrados a dar más valor a lo material que a lo espiritual. Por eso siempre estamos inconformes deseando lo del otro, sin apreciar lo que nos ha dado.
Tenemos que ser agradecidos y alegrarnos porque no solo nos ha dado salvación, sino que nos ha cubierto de victoria. Por eso ríe, salta, alégrate; pues tienes lo que muchos desearían tener y, por negarse a aceptar a Jesucristo como Señor y Salvador, han perdido la vida eterna y ser llenos de victoria.
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