Desde el próximo 30 de junio la Autoridad de Transporte Metropolitano (MTA) cobrará la polémica “tarifa de congestión”, un peaje de $15 dólares diarios que deberán pagar los autos que circulen en Midtown y el Bajo Manhattan.
El presidente y director ejecutivo de la MTA, Janno Lieber, anunció hoy que el plan aprobado en marzo entrará en vigor el domingo 30 de junio a las 12:00:01 a.m.
El peaje de $15 dólares se implementará para los automóviles que circulen por debajo de la calle 60 en Manhattan durante las horas pico. Como el cobro comenzará a la medianoche de un fin de semana a los primeros usuarios sólo se les cobrará la tarifa nocturna de $3.75. Los conductores no tendrán que pagar la tarifa de $15 hasta las 9 a.m. del domingo 30, acotó ABC News.
Las autoridades predicen que como resultado 100,000 vehículos menos ingresarán a la llamada “Zona de Alivio de la Congestión” cada día, lo que resultará en menos tráfico y aire más limpio, y prometen que los ingresos generados por el programa financiarán inversiones en el transporte público.
“Cinco años después de que la legislatura promulgó la ley del Estado Nueva York sobre la fijación de precios por congestión, y con 4,000 páginas de análisis, cientos de audiencias y reuniones de divulgación a nuestras espaldas, los neoyorquinos están preparados para los beneficios: menos tráfico, aire más limpio, calles más seguras y mejor tránsito”, alabó Liber.
Pero aún persisten algunos obstáculos legales para que este peaje entre en vigencia. Se están tramitando demandas en tribunales federales en Nueva York y Nueva Jersey que podrían retrasar la implementación.
El peaje contempla varias excepciones. Por ejemplo, los conductores que ganan menos de $50,000 dólares al año pueden solicitar un descuento y quienes entran a Manhattan por los túneles Lincoln, Holland, Battery y Queens-Midtown reciben un crédito pues también ya pagan un peaje.
Una encuesta divulgada en marzo arrojó que en general los neoyorquinos están insatisfechos con la calidad del transporte público y muchos temen usarlo, alegando preocupaciones por su seguridad.