La prohibición de los estudios de obstetricia y enfermería por parte del régimen talibán no solo ha cerrado a las afganas una de las últimas puertas que les quedaban para formarse profesionalmente. La decisión amenaza con dejarlas sin acceso a la atención básica por las normas culturales que impiden que sean atendidas por médicos varones. (Seguir leyendo…)
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