El cura católico húngaro Gergö Bese, cercano al primer ministro, Viktor Orbán, y conocido por su postura crítica hacia la “propaganda LGTBI+”, ha sido suspendido por la Iglesia católica tras revelarse su participación en orgías homosexuales, según informó este lunes el portal Népszava.
La Diócesis de Kalocsa-Kecskemét suspendió al párroco Bese por órdenes del Vaticano, que abrió una investigación sobre “serias acusaciones” en su contra, reporta el medio húngaro 444.hu. Según la diócesis, la decisión impuesta es “la más severa” que se aplica en Hungría.
Bese ha bautizado, entre otros, la sede de Orbán, el antiguo Monasterio de la orden de Carmelitas y las redacciones de medios afines al Gobierno húngaro, como Megafon y Pesti Srácok.
En anteriores declaraciones a los medios húngaros, el cura había advertido de los “peligros de la propaganda LGTBI+”, apoyada por empresas como los gigantes Google, Apple o Microsoft. El sacerdote defendía, según recoge 444.hu, que la familia tradicional “está bajo ataque” por parte de grupos liberales que promueven lo que él considera una “desviación (de la normalidad)”.
Tras su suspensión el viernes, Bese eliminó sus perfiles en redes sociales y reconoció haber cometido “un error”, al asegurar que ha “pecado contra la Iglesia” y su comunidad. “Pido perdón a todos los que he ofendido y decepcionado”, declaró Bese en un comunicado.
De acuerdo con los medios locales que han tenido acceso a los vídeos, el cura no solo participó en las orgías, sino que también las grabó y subió las grabaciones a plataformas de pornografía gay. El portal 444.hu califica al sacerdote como “el más ardiente partidario del Gobierno de Orbán”, que apoyaba abiertamente el cristianismo político.
Fuentes gubernamentales, según informa el medio Népszava, han sugerido que el antiguo párroco de Dunavecce abandone el país durante un tiempo.
El caso de Bese ha sido comparado en la prensa local con el de József Szájer, el exeurodiputado del Fidesz de Orbán, que participó a finales de 2020 en una orgía homosexual en Bruselas, violando las restricciones por la Covid. El eurodiputado, uno de los redactores de la Constitución húngara de 2011, que limitó los derechos de la comunidad LGTBI en el país y que definió el cristianismo como una base de la nación, dimitió tras el escándalo y se retiró de la política.
Desde que llegó al poder en 2010, el Gobierno de Orbán ha promovido leyes que socavan los derechos de la comunidad LGTBI, prohibiendo el registro legal del cambio de sexo y dificultando la adopción para parejas del mismo sexo. En 2021, el Parlamento aprobó una ley que vincula la homosexualidad con la pedofilia y prohíbe hablar sobre la homosexualidad o cambio de sexo a menores de edad, ya sea en las escuelas o en los medios dedicados a este público.