La cantidad de muertos tras el ataque terrorista perpetrado el viernes en una sala de conciertos en Moscú, Rusia, se elevó a 115, además, los funcionarios arrestaron a 11 sospechosos, cuatro de ellos estaban directamente relacionados con la arremetida.
Por su parte, el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) se hizo responsable del tiroteo fatal en un comunicado a través de sus canales de redes sociales afiliados, y Estados Unidos ha dicho que tiene información de inteligencia que lo confirma, de acuerdo con varios medios de comunicación.
Asimismo, el Comité de Investigación de Rusia señaló que abrió una investigación penal sobre el hecho.
El ataque terrorista empezó con cuatro sujetos armados y vestidos con equipamiento de combate irrumpieron en el Ayuntamiento del Crocus en la ciudad de Krasnogorsk, donde las personas allí reunidas asistieron para escuchar a la banda rusa Picnic.
En video subido a Internet mostró a un hombre empuñando armas y abriendo fuego, disparando a los asistentes a quemarropa y lanzando bombas de humo.
Los sujetos fuertemente armados también lanzaron explosivos dentro de la sala durante el atentado, sacudiendo el edificio y prendiéndolo en fuego, según medios rusos. Las personas estaban siendo evacuadas, pero alguna seguían atrapadas dentro del edificio en llamas.
También el techo del teatro se derrumbó en las primeras horas de este sábado, mientras los oficiales bomberiles pasaron horas controlando el fuego. Los ciudadanos rusos dejaron flores en los monumentos conmemorativos e hicieron fila para donar sangre, informó Fox News.
“Las agencias de inteligencia han detenido a 11 personas, incluidos cuatro terroristas, que estuvieron directamente involucrados en un ataque al Ayuntamiento de Crocus”, explicó el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) en un comunicado, según la agencia estatal de noticias rusa Tass.
“Ya se ha demostrado que el ataque terrorista fue planeado cuidadosamente. Las armas utilizadas por los terroristas habían sido guardadas de antemano en un escondite“, señaló el FSB.
El ente había culpado a Ucrania, y el Comité de Investigación de Rusia, indicó que cuatro sospechosos fueron arrestados en la región de Bryansk al oeste de Rusia, “no lejos de la frontera con Ucrania”.
Supuestamente, tenían planeado cruzar la frontera hacia Ucrania y “tenían contactos” allí, según FSB.
Por su lado, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, rechazó cualquier participación de su país antes de que ISIS se atribuyera la responsabilidad.
“Ucrania ciertamente no tiene nada que ver con los tiroteos/explosiones en el Ayuntamiento de Crocus (región de Moscú, Rusia). No tiene ningún sentido”, dijo en las redes sociales, añadiendo, en parte, “no hay la menor duda de que los acontecimientos en los suburbios de Moscú contribuirán a un fuerte aumento de la propaganda militar, a una militarización acelerada, a una mayor movilización y, en última instancia, a la intensificación de la guerra. Y también a justificar ataques genocidas manifiestos contra la población civil de Ucrania”.
El atentado terrorista fue realizado a pocos días de que el presidente ruso, Vladimir Putin, ganara nuevamente las elecciones. El ataque más mortífero en el país en años se produjo cuando la lucha de la nación en Ucrania entraba en su tercer año.
Los servicios especiales rusos siguen realizando operaciones de búsqueda. Igualmente, el alcalde de Moscú, Sergey Sobyanin, canceló todos los eventos masivos este fin de semana, y en varias otras regiones rusas hicieron lo propio.
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