Al revisar Jueces 7:4 me encuentro con un Dios selectivo, determinado e intencional. Le dice a Gedeón: “Todavía hay demasiada gente” y “si digo este irá contigo, este irá, pero si digo este no irá contigo, ese no irá “. Mediante un método exclusivo descartó 22 mil, luego segrega 300 de 10 mil y dice: “Con los trescientos que lamieron el agua yo los salvaré… El resto que se vaya a su casa! ¡Wow ni en American Got Talent he visto algo así! Conozco la frustración de quienes quedan fuera por veredicto del jurado y la furia de sus desconsolados fans, mas ahora es entendible que la primera batalla se gana con la actitud hacia quien me llama. ¿En un proyecto divino vas de calle o te vas para tu casa?
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