El gobierno municipal de la ciudad de Nueva York está en cuenta regresiva para cumplir con los mandatos de una ley estatal aprobada en 2022, la cual requiere que se reduzca el número de alumnos por cada aula, en las escuelas públicas de la Gran Manzana. Entre discusiones operativas y presupuestarias, la Federación Unida de Maestros (UFT) sacó sus propias cuentas, concluyendo que tan pronto como para el próximo año escolar, 856 planteles ya tienen suficiente espacio para reducir el tamaño de las clases.
“Desde que se aprobó esta legislación, la Ciudad ha sostenido que no se puede hacer, generalmente alegando falta de espacio. Nuestro análisis de los propios documentos del Departamento de Educación (DOE), demuestra lo contrario”, aseveró Michael Mulgrew, presidente de esta organización sindical.
El líder de la UFT argumenta que con un presupuesto de $38 mil millones aprobados para el sistema de educación pública de la ciudad de Nueva York y un superávit de $10,7 mil millones para los años fiscales 2024 y 2025, los fondos están disponibles para alinear el tamaño de las clases con las escuelas del resto del estado.
“Ya no son válidas las excusas”, acotó Mulgrew.
UFT: Hay espacio
La ley aprobada por la legislatura estatal, requiere que las aulas de jardín de infantes a tercer grado tengan 20 estudiantes o menos, las clases de cuarto a octavo grado no tengan más de 23 estudiantes y las clases de las escuelas secundarias tengan 25 o menos.
Esta norma para el sistema de educación pública de la Gran Manzana entra en vigor en varias fases. Requiere que el 20% de las aulas de la ciudad cumplan con los mandatos para septiembre de este año y el 40% cumpla con los requisitos para el otoño de 2025.
Todos los planteles deberán haber entrado en el aro de esta reducción, para el inicio del año escolar de 2028.
El sistema escolar público de la Gran Manzana, es el más grande del país, está dividido en 32 distritos que albergan más de 1,700 planteles.
La encuesta divulgada este martes por la UFT expone que 856 escuelas de Título 1, es decir que inscriben a más de 300,000 estudiantes, en todos los niveles escolares y en cada distrito, tendrán el espacio necesario para reducir el tamaño de las clases, para cumplir con los umbrales de la ley.
Estas escuelas de Título 1 tienen espacio para más de 207,000 asientos adicionales, pero sólo necesitarán 31,318 asientos.
Todas las escuelas en este censo son elegibles para recibir fondos federales del Título 1, diseñadas para centros escolares con poblaciones de alta pobreza. Estos planteles, identificados uno por uno en los cinco condados en el informe del sindicato docente, son una prioridad para eliminar en la Gran Manzana el hacinamiento en las aulas, lo cual suele ser más alto en distritos en donde estudian las comunidades de color.
La UFT en un comunicado estimó que el DOE “necesitará contratar aproximadamente 3,000 maestros adicionales para reducir el tamaño de las clases a los límites estatales en estas 856 escuelas de Título 1, a un costo salarial en el primer año de aproximadamente $180 millones, menos de la mitad del 1% de los $38 mil millones de presupuesto anual de la agencia municipal”.
En conclusión, el reporte detalla qué básicamente la autoridad educativa de la Ciudad debe redistribuir a alumnos en estructuras escolares ya existentes y seguir la tarea de contratar más docentes para cumplir con este mandato.
Por ejemplo, hay centenares de referencias específicas, como la escuela secundaria Compass ubicada en El Bronx, que tiene actualmente una matrícula de 401 alumnos y el plantel escolar está solo utilizado en un 66%. En este caso se requieren 32 asientos para cubrir el umbral requerido. Y hay 210 asientos disponibles.
Lo mismo pasa con la Escuela Pública Roberto Clemente, en Manhattan, en donde derivado de este reporte: hay 146 pupitres disponibles y se requieren 45 puestos para llegar a los estándares de la ley.
Contraloría muestra otro informe
Esta semana, el contralor de Ciudad de Nueva York, Brad Lander, también publicó un amplio informe en donde se valora que la reducción del tamaño de las clases, ha arrojado resultados de mayor rendimiento a los estudiantes hispanos y negros.
Se pondera que las integraciones de planteles escolares, existentes en un mismo distrito, son una de las vías más convenientes para lograr este objetivo.
“La disminución de la inscripción escolar, impulsa la consolidación de las escuelas, particularmente en las comunidades negras y de color en toda la ciudad de Nueva York. Las recientes fusiones de escuelas en el este de Nueva York y Brownsville en Brooklyn y en el Alto Manhattan ilustran esta tendencia”, precisa la investigación.
El análisis mostrado por Lander, arroja que se pueden lograr reducciones en el tamaño de las clases y la integración escolar a través de nuevas construcciones, rezonificación, modificaciones de admisiones y programación creativa. En su informe, se exploran las fusiones escolares “como un mecanismo rentable para cumplir con este mandato”, para fomentar comunidades escolares sólidas.
Según el informe de Universidad de California en Los Ángeles, citado por la publicación Gothamist, “el 90% de los estudiantes negros en Nueva York asistieron a escuelas predominantemente en donde no comparten el aula con alumnos blancos, mientras que la matrícula de estudiantes latinos en escuelas predominantemente no blancas, se mantuvo aproximadamente estable en un 84%”.
Casi 2 de cada 3 estudiantes negros y más de la mitad de los estudiantes latinos, asistieron a escuelas intensamente segregadas, donde menos del 10% de la matrícula estudiantil era blanca, perfila el balance.
Para el contralor, las normas para restringir el tamaño de las clases crean una oportunidad para eliminar estos patrones de segregación racial.
DOE: “la tarea no es tan fácil”
Para los líderes del Departamento de Educación de la Ciudad de Nueva York (DOE), a medida que se acercan los lapsos para el cumplimiento de esta ley, crecen también varios desafíos.
Las autoridades han estimado en varias deliberaciones públicas, que se necesitará aumentar su fuerza docente, que actualmente ronda los 77,000, en entre 10,000 y 12,000 para cumplir plenamente con la ley.
Con base a las estimaciones publicadas oficialmente, eso costará entre 1,400 y 1,900 millones de dólares al año y requerirá un impulso significativo en la contratación, en un momento en que el número de docentes se está reduciendo.
El DOE estimó recientemente, en una sesión en el Concejo Municipal, que hay alrededor de 500 escuelas que necesitarán más aulas, de las que tienen actualmente en sus edificios, para cumplir con los estándares del tamaño de clases.
“Estamos plenamente comprometidos con esta tarea, pero no es tan sencillo como luce en algunos papeles. Hemos avanzado. Tenemos un plan muy claro trazado para cumplir con la ley”, dijo un portavoz municipal a El Diario.
Hay menos estudiantes:
- 61% de las aulas sigue sin cumplir con el nuevo mandato sobre el tamaño de las clases. A la par la creciente falta de asequibilidad, la emigración, los cambios en las tasas de natalidad y la pandemia han reducido la inscripción general en las escuelas públicas.
- 12% cayó la matrícula escolar pública entre 2012 y 2022, aunque esta disminución se ha revertido ligeramente en el año escolar actual, debido al arribo de miles de niños de familias que buscan asilo.
- 2012 – 2022 fueron los años en que las escuelas con una matrícula de menos de 200 estudiantes crecieron un 60 por ciento, mientras que las escuelas con una matrícula de más de 600 estudiantes disminuyeron un 33 por ciento.
- 22% es la caída proyectada por las autoridades municipales entre el año escolar actual y el 2032.
- (Fuente: Oficina de la Contraloría de NYC)