Redacción.- El acné no es exclusivo de la pubertad, aunque es la etapa en que suele darse con más intensidad, y existen numerosos adultos que también lo padecen en diferentes grados. Pese a que la alimentación puede contribuir a mejorarlo, es cierto que este se debe a múltiples factores difíciles de aislar, que pueden ser “tanto genéticos –heredados–, como ambientales u hormonales, a causa de las hormonas sexuales, principalmente al inicio de la pubertad”, explica el doctor José Manuel Carrascosa, jefe de sección de Dermatología del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, en Badalona (Barcelona).
Durante esta época se produce “un cambio en la composición del sebo de la glándula pilosebácea que favorece su obstrucción e inflamación, lo que da lugar a diferentes lesiones: comedones (puntos negros), pápulas y pústulas (granitos) o nódulos-abscesos (lesiones profundas), todas ellas manifestaciones clínicas diferentes del mismo proceso”.
El doctor advierte de que algunos alimentos pueden mejorar el acné, mientras que otros, pese a que a veces los estudios científicos han sido contradictorios en algunos aspectos de la relación entre alimentación y acné, podrían agravarlo, de manera que convendría evitarlos o reducir su consumo. Entre los que lo mejoran encontramos “frutas, verduras, pescado y, en general, una dieta mediterránea rica en legumbres”, señala el doctor Carrascosa.
Por su parte, la dietista-nutricionista Gloria Caballero, creadora del blog Sin dieta 123, añade que en el caso de tener granitos es fundamental potenciar el consumo de pescado azul, “ya que contiene omega 3, cuya capacidad antiinflamatoria es buena para mejorar el acné, que al fin no es más que un proceso inflamatorio”. Un reciente estudio piloto ha relacionado, además, el consumo de licopeno, un pigmento vegetal que otorga a las frutas y verduras un color rojo o anaranjado –presente en tomates, papayas, sandías o pomelo– con una reducción del acné.
En caso de tener granitos es fundamental potenciar el consumo de pescado azul, ya que contiene omega 3, con capacidad antiinflamatoria
Los alimentos que, por el contrario, habría que evitar o consumir con moderación en caso de tener acné son los siguientes:
Lácteos
“Históricamente ha habido mucha controversia y estudios contradictorios en relación al consumo de lácteos y el acné”, señala el doctor Carrascosa. “Se ha concluido que los lácteos contienen sustancias que pueden favorecer la síntesis de andrógenos, que favorecen a su vez la síntesis de sebo en la unidad pilosebácea”. Por otro lado, la proteína del suero de la leche, que se emplea como suplemento alimentario en determinadas disciplinas deportivas, entre otros usos, “contiene factores de crecimiento que favorecen la síntesis de la insulina y, por lo tanto, podrían favorecer el acné”.
Caballero añade que diversos estudios han concluido que la leche desnatada y semidesnatada “provoca más acné que la entera, un dato que llama especialmente la atención y que puede tener su explicación en que la leche entera, al contener grasa, puede reducir el índice glucémico, y eso es mejor para el acné que los alimentos que lo disparan”.
La dietista-nutricionista, sin embargo, insta a reducir al máximo los lácteos de la dieta en caso de acné y anima a apostar por otras fuentes de calcio, “desde el pescado azul, como la anchoa o la sardina, a los frutos secos, las legumbres y algunas verduras ricas en este mineral como espinacas, brócoli, acelgas o canónigos”. En cuanto al momento de consumo de la leche, Caballero propone optar por otras bebidas de características similares y composición nutricional diferente, como las bebidas vegetales, “siempre que no incluyan azúcares añadidos y estén enriquecidas con calcio y vitamina D, que favorece la absorción de calcio”.
Hay que reducir al máximo los lácteos de la dieta en caso de acné y apostar por otras fuentes de calcio,como el pescado azul, como la anchoa o la sardina, a los frutos secos
Chocolate
Pese a que tradicionalmente se ha relacionado el chocolate con la presencia de acné, el doctor Carrascosa señala que las investigaciones científicas no son concluyentes al respecto. “Aunque algún estudio ha indicado que el chocolate puede empeorar el acné si se toma en cantidades altas, probablemente se debe más al azúcar y las grasas que contiene que al chocolate en sí, de manera que conviene apostar por aquellas opciones con mayor porcentaje de cacao”.
Carbohidratos
Pasta, pan, arroz y, en general, harinas refinadas y otros alimentos con un índice glucémico alto se han relacionado tradicionalmente con el acné, pese a que el doctor Carrascosa insiste en que “las conclusiones deben tomarse con prudencia”. Entendemos por índice glucémico, en palabras de Caballero, “el valor que determina la velocidad a la que se produce un pico de glucosa cuando tomamos hidratos de carbono”, y entre los que tienen un índice glucémico más alto se encuentran “desde la zanahoria cocida a la miel, el puré de patata o el pan blanco”.
Para Carrascosa, es cierto que las dietas hiperglucémicas “pueden favorecer la hiperinsulinemia y la liberación de factores de crecimiento que favorecen la estimulación del folículo pilosebáceo y el acné”. Por otra parte, “el exceso de azúcar disminuye la adiponectina, que es una enzima que se sintetiza en la grasa subcutánea, la cual tiene efectos antiinflamatorios y antioxidantes”, por lo tantos beneficiosos para el acné.
Caballero señala, además, que existen diferentes factores que intervienen en el índice glucémico de los alimentos, que hay que tener en cuenta si padecemos acné. “Cuanto más madura sea una fruta o verdura, mayor índice glucémico tendrá”, explica la dietista-nutricionista. Por otro lado, “en muchos casos los alimentos crudos tienen un índice glucémico menor que si los tomamos cocidos (por ejemplo, la zanahoria), mientras que el arroz blanco largo presenta un índice glucémico más alto que el integral y el arroz blanco corto”.
Las dietas hiperglucémicas pueden favorecer la hiperinsulinemia y la liberación de factores de crecimiento que favorecen la estimulación del folículo pilosebáceo y el acné
Carne roja
A pesar de que tampoco existen estudios concluyentes al respecto, Caballero señala que el acné está íntimamente relacionado con la dieta occidental, rica en carnes rojas, productos lácteos, cereales refinados y azúcar. Conviene, pues, mantener a raya todos estos alimentos, y apostar siempre por carnes blancas o magras.
“Del cerdo, la parte magra es el solomillo y el lomo, de la ternera el solomillo, el lomo y el lomo superior y del cordero la paletilla”, indica la dietista-nutricionista, que insta a optar por estas piezas cárnicas y reducir el consumo de carnes más grasas.
Alcohol
El consumo regular y continuado de alcohol favorece la síntesis de testosterona, tanto en hombres como mujeres, y por lo tanto el acné. “Existen otros mecanismos implicados, como la disminución y alteración del sistema inmunológico por el alcoholismo e –y esto resulta curioso– incluso se ha propuesto que el alcohol que se secreta por el sudor puede actuar como nutriente para algunas especies como el cutibacterium Acnes, que forma parte de los microorganismos causantes del acné”, concluye el doctor Carrascosa.