El Sevilla tomó oxígeno con un triunfo balsámico (4-0), el tercero en casa de la temporada, que le da tranquilidad al machacar con cuatro goles a un Real Oviedo inofensivo en ataque y catastrófico en defensa, que sigue hundido en la penúltima plaza de LaLiga.
El equipo dirigido por Matías Almeyda necesitaba una noche así y la encontró en el Sánchez-Pizjuán, con una actuación convincente, vertical y eficaz, encabezada por un Akor Adams decisivo antes de partir a la Copa de África, provocando, de forma indirecta, que el Real Oviedo tomara la decisión de cesar al técnico que contrató en octubre, después de despedir a Veljko Paunovic.
Un arranque demoledor del Sevilla
Un gol a los 4 minutos del nigeriano Akor Adams, que hizo un gran partido, marcó y dio dos asistencias, y otro del suizo Djibril Sow, en el 22, dieron una clara ventaja al equipo del argentino Matías Almeyda al descanso, tras el que llegaron dos más del francés Batista Mendy (m.51) y del nigeriano Chidera Ejuke (m.89) para que el Sevilla lograra su victoria más abultada del curso.

Desde el inicio, el conjunto hispalense mostró una intensidad que desbordó por completo a un Oviedo sin respuestas. La presión alta y la velocidad en las transiciones marcaron el rumbo del partido.
Dos equipos urgidos, realidades opuestas
Se medían dos equipos muy necesitados en el Sánchez-Pizjuán. Los sevillistas, para romper una racha de tres partidos sin ganar y con la rémora de sólo haber ganado tres veces en lo que va de 2025 en su campo y de haber perdido el derbi contra el Betis (0-2) hace dos semanas. Más obligados aún llegaban los oviedistas, tras ocho jornadas seguidas sin vencer, lo que sigue sin conseguir desde la llegada del técnico Luis Carrión (4 derrotas y 4 empates).
Con diez bajas de jugadores del primer equipo (ocho lesionados y dos sancionados), Matías Almeyda introdujo como novedades al delantero chileno Alexis Sánchez y al central portugués Fábio Cardoso, junto con la repetición de una defensa de cinco, como ya hizo en el 1-1 logrado en el campo del Valencia.
Gol tempranero y control absoluto
En el Oviedo, con seis ausentes entre lesiones y sanciones (Santi Cazorla y el uruguayo Fede Viñas), Carrión alineó al mediapunta Alberto Reina y al extremo francés Haissem Hassan por estos dos futbolistas, y a Lucas Ahijado en el lateral derecho por el lesionado Nacho Vidal, aunque, tras un aviso de cabeza del venezolano Salomón Rondón, pronto se le trastocaron los planes.
Y es que Akor Adams, justo antes de irse con Nigeria a la Copa de África, junto a su compatriota Chidera Ejuke, abrió a los 3 minutos y medio el marcador al culminar a la perfección una contra lanzada por Alexis y que mejoró con un magnífico pase en profundidad el francés Lucien Agoumé para que el nigeriano batiera con un tiro cruzado a Aarón Escandell.
Sevilla manda y el VAR no cambia el guion
El Sevilla controlaba el medio campo sin problemas y sin pasar ningún apuro. Sólo le inquietó, poco antes del ecuador del primer tiempo, una acción revisada por el VAR que finalmente quedó en nada. Tres minutos después, en el 22, Sow amplió la renta de los hispalenses ante los regalos en defensa de un feble Oviedo, al cruzarle el balón a Aarón tras una asistencia de un incisivo Akor Adams.
El delantero nigeriano rozó el doblete antes del descanso y siguió siendo un dolor de cabeza constante para la zaga visitante.
Sentencia tras el descanso y goleada final
En la reanudación el conjunto del barrio de Nervión no perdonó y aprovechó la debilidad defensiva de un impotente Oviedo para hacer el 3-0 por medio de Mendy, que recortó a un rival con la derecha y fusiló con la zurda tras una buena dejada de Akor.
El cuadro azul no reaccionó y, pese a los cambios de Carrión, continuó a merced de un Sevilla cada vez más cómodo. Tras algunas llegadas más y un aviso del Oviedo, Chidera Ejuke cerró la goleada en el minuto 89 con una brillante acción individual que selló el 4-0 definitivo.
Real Oviedo despide a su DT
Horas después de la dura derrota en el Sánchez-Pizjuán, el Real Oviedo tomó una decisión: El club asturiano anunció el despido de Luis Carrión como entrenador, apenas dos horas después del 4-0 sufrido ante el Sevilla, y confirmó que ya trabaja en la búsqueda de un nuevo técnico, el tercero en lo que va de la temporada, en un intento por enderezar el rumbo.
La etapa de Carrión en el banquillo carbayón deja números muy preocupantes. El técnico inició su segunda etapa al frente del Oviedo a mediados de octubre, pero no logró cambiar la dinámica del equipo tras el reciente cese de Veljko Paunovic. En ocho partidos dirigidos, el conjunto azul no consiguió ninguna victoria, con un balance de cuatro derrotas y cuatro empates, una racha que terminó por agotar la paciencia de la directiva.
Más allá de los resultados, el dato que terminó de condenar al entrenador fue la falta de gol. En esos ocho encuentros, el Real Oviedo solo logró marcar en uno, reflejo de un equipo sin claridad ofensiva y sin respuestas en los momentos clave. La goleada en Sevilla fue el golpe final a un proyecto que nunca terminó de arrancar y que ahora obliga al club a buscar un revulsivo urgente para salir del fondo de LaLiga.
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