Santo Domingo Este. – Este martes fueron sepultados en el cementerio Cristo Salvador los restos de Jéremi Calzado, raso de la Fuerza Aérea Dominicana de 22 años, quien dejó de vivir tras recibir múltiples impactos por parte de otro integrante de la misma institución, identificado como Óliver de la Cruz.
El hecho tuvo lugar en un centro de expendio de bebidas en el municipio de San Luis, provincia Santo Domingo. Según versiones preliminares, el suceso se habría producido a raíz de una discusión vinculada a asuntos personales de índole sentimental.
Durante el sepelio, familiares, amigos y compañeros de armas de Calzado se reunieron para despedirlo en medio de una profunda tristeza y consternación. Uno de sus allegados expresó: “Esto no debió pasar. Tenía toda una vida por delante”, reflejando el sentimiento generalizado entre los presentes.
En cuanto al desarrollo del caso, las autoridades no han ofrecido aún un informe oficial sobre la situación legal del responsable. Se espera que en las próximas horas se emita una declaración que aclare si Óliver de la Cruz se encuentra bajo arresto o en proceso de investigación por parte del Ministerio Público.
Este hecho ha generado inquietud en torno a los procedimientos internos de las instituciones militares, especialmente sobre el estado emocional de sus miembros. Se ha reactivado el debate acerca de la necesidad de implementar medidas preventivas más estrictas y evaluaciones psicológicas regulares para quienes forman parte de los cuerpos armados del país.
La Fuerza Aérea Dominicana, hasta el momento, no ha emitido un comunicado oficial en relación con el incidente, ni sobre las acciones disciplinarias o administrativas que puedan derivarse del mismo. Diversos sectores de la sociedad han señalado la urgencia de revisar los protocolos actuales para garantizar entornos seguros entre personal militar.
El sepelio de Jéremi Calzado concluyó con palabras de despedida de sus familiares, quienes recordaron su compromiso con la institución y su carácter afable. La comunidad que lo conocía se unió al dolor de sus seres queridos, expresando su pesar por la pérdida de un joven que, según quienes lo trataban, tenía aspiraciones y proyectos aún por cumplir.
Las investigaciones continúan, y se espera que en los próximos días se aclaren los hechos y se determinen las responsabilidades correspondientes, conforme a lo establecido en la ley.