**Hato Mayor** vive momentos de profunda tristeza tras el lamentable deceso de la respetada educadora **Rosa María Fulgencio**, cuyo legado en la formación académica y personal dejó una marca perdurable en esta comunidad. La querida educadora, cuyo fallecimiento ha conmocionado a todos, dejó de existir el pasado jueves, víctima de un problema cardiaco, según confirman fuentes cercanas. Su residencia en el sector Los Maestros, ubicada en el estratégico kilómetro 2 que conecta con Sabana de la Mar, fue el escenario de esta dolorosa despedida.
Durante más de tres décadas, **Rosa María Fulgencio** dedicó su vida a la enseñanza en la **Escuela Primaria Bernardo Pichardo** de Hato Mayor. Su vocación transformadora dio forma a generaciones de estudiantes que hoy se destacan en diversas áreas profesionales, empresariales y cívicas, reflejo indiscutible de su compromiso inquebrantable con el desarrollo educativo integral.
Más allá del aula, Fulgencio ocupó un papel pivotal como líder de la **Asociación Dominicana de Profesores (ADP)** en la seccional local. Su gestión, ampliamente reconocida, se caracterizó por impulsar mejoras significativas en la calidad educativa y en las condiciones laborales de los docentes. Su capacidad para articular procesos efectivos y su constante diálogo con las autoridades locales la consolidaron como una figura indispensable en la educación regional.
En este momento de duelo, los restos de Rosa María Fulgencio son velados en la **Funeraria San Miguel**. Colmados de cariño y admiración, familiares, colegas y amigos se congregan para rendir homenaje a una vida de servicio y dedicación. El acto de despedida culminará con una ceremonia en el **Cementerio Cristo de los Milagros**, donde será inhumada en la mañana del próximo sábado.
La comunidad educativa y civil de Hato Mayor se une en un lamento colectivo, consciente de la incalculable pérdida que supone la partida de Fulgencio. Manifestaciones de afecto y respeto se multiplican, recordando a una mujer que, con su vocación y entrega, se convirtió en un pilar de inspiración para múltiples generaciones que seguirán su ejemplo.
Las **autoridades locales** y representantes gremiales no han tardado en expresar su profundo pesar, sumándose a los homenajes por su destacada trayectoria. El testimonio de su férrea disciplina y su vocación de servicio ejemplar ha dejado un hondo vacío, pero también un legado imborrable que trascenderá en el tiempo.
Este inestimable reconocimiento póstumo subraya la importancia de honrar a quienes dedican su vida a la formación humana y profesional, mientras se enaltece la huella de quienes, como Fulgencio, han trabajado incansablemente por una educación de calidad. Su dedicación será recordada por generaciones como un ejemplo vivo de compromiso y amor por la enseñanza.
En este contexto de reflexión, la comunidad de Hato Mayor aguarda un pronunciamiento formal por parte de las **autoridades educativas nacionales**, quienes reconocerán oficialmente la contribución de Rosa María Fulgencio, esperando además el impulso de nuevas iniciativas que perpetúen su visión y puedan asegurar la continuidad de su incansable labor en favor del crecimiento educativo del país.