En los niños, el lagrimeo constante y la irritación ocular pueden ser señales de afecciones como la obstrucción del conducto lagrimal o la conjuntivitis, problemas comunes que a menudo preocupan a los padres.Para entender mejor estas condiciones y cómo tratarlas adecuadamente, la pediatra Luli Gil nos explicó cómo identificar estos problemas y qué pasos seguir para manejarlos de forma correcta.
Durante la entrevista, la doctora destacó que los virus respiratorios, comunes en esta época, a menudo pueden generar afecciones oculares en los más pequeños. Aseguró que, en muchos casos, los padres se sienten confundidos al notar síntomas como lagrimeo, secreciones o ojos rojos en sus hijos, y a menudo no saben si se trata de una afección viral, alérgica o bacteriana. La pediatra también aclaró que, en los recién nacidos, una de las causas más frecuentes de lagrimeo es la obstrucción del conducto lagrimal, que puede ocurrir debido al contacto con el líquido amniótico durante el embarazo. Esta obstrucción puede provocar secreciones amarillentas y no requiere el uso de antibióticos. El tratamiento recomendado es un sencillo masaje circular en el área del lagrimal para liberar el conducto, sin necesidad de medicamentos. Sin embargo, siempre se recomienda una evaluación oftalmológica en las primeras semanas de vida. En cuanto a la conjuntivitis, la doctora Luli Gil explicó que, si es viral, no requiere antibióticos y suele mejorar con líquidos, acetaminofén y la hidratación adecuada. En cambio, si la conjuntivitis es alérgica, el tratamiento se enfoca en antialérgicos. Para los casos bacterianos, donde se presenta fiebre o malestar, se requiere el uso de antibióticos tópicos y, en algunos casos, antibióticos orales. Es importante que los padres observen los síntomas de sus hijos y, en caso de que se presenten fiebre o signos de infección, acudan al pediatra o, si es necesario, a un oftalmólogo para obtener un diagnóstico y tratamiento oportuno. La doctora recalcó que, debido a la prevalencia de virus respiratorios, muchas de las afecciones oculares en niños son virales y mejorarán con cuidados simples como la limpieza ocular y el consumo de líquidos. Este enfoque detallado y preventivo ayudará a los padres a tomar decisiones informadas sobre el cuidado ocular de sus hijos.
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