Redacción. -Un estudio internacional ha comprobado que una mala alimentación y la obesidad en personas con síndrome de Down, que debuta con mayor incidencia en la infancia y adolescencia, es un factor de riesgo para el deterioro cognitivo.
Son las conclusiones de la investigación GODS21, un estudio pionero que analiza la relación entre la obesidad y las alteraciones cognitivas de las personas con síndrome de Down, con la participación de 12 centros de seis países diferentes.
«No es una cuestión solo de peso o estética; en el síndrome de Down la obesidad es un factor de riesgo para alteraciones cognitivas y seguramente para la neurodegeneración», ha señalado la doctora Mara Dierss, líder del grupo de Neurobiología Celular y de Sistemas del programa de Biología de Sistemas en el Centro de Regulación Genómica de Barcelona (CRG) y presidenta del Consejo Español del Cerebro.
En una rueda de prensa en Barcelona coincidiendo con el Día Mundial del Síndrome de Down, Dierssen ha señalado que las personas con este trastorno genético, que consiste en tener una copia extra del cromosoma 21, padecen un «riego muy elevado de diabetes y obesidad» de forma mucho más temprana que el resto de la población, en la infancia y adolescencia.
Los investigadores han identificado un gen concreto expresado en el síndrome de Down, el DYRK1A , que actúa como un interruptor molecular capaz de activar señales.
«En modelos animales hemos visto que, si está sobreactivado, da preferencia para alimentos dulces y salados, así que hay predisposición genética a preferir estos alimentos», ha explicado.
Así pues, las personas con síndrome de Down tienen predisposición «a un consumo hedónico de alimentos, el que ocurre cuando comemos por placer, no porque lo necesitemos», ha subrayado.
Además, este gen podría estar vinculado a una predisposición a diabetes porque está expresado en el páncreas, que regula la insulina, ha añadido Dierssen.
Otro resultados de la investigación, ha proseguido la doctora, es que el estrés social puede empeora la predisposición a la obesidad, lo que es relevante en un colectivo en el que «sigue habiendo una gran estigmatización».