Victoria Hill, una trabajadora social de 39 años de Connecticut, era una mujer que siempre se había sentido diferente a su familia. Preocupada por su salud y su historial médico, decidió realizar una prueba de ADN a través de la empresa 23andMe. Poco podía imaginar que esta simple acción desencadenaría una serie de revelaciones que cambiarían su vida para siempre.
El inicio de la búsqueda de identidad
Motivada por la curiosidad y la necesidad de conocer más sobre sus orígenes, Victoria Hill se sometió a la prueba de ADN. Sus sospechas de no encajar completamente con su familia se confirmaron cuando los resultados mostraron que su padre biológico era un médico especialista en fertilidad llamado Burton Caldwell. Esto fue solo el comienzo de una verdadera odisea.
Al profundizar en los resultados de la prueba de ADN, Victoria se enteró de que el doctor Caldwell había utilizado su propio esperma para inseminar a varias de sus pacientes, sin el consentimiento de ellas. Como resultado, Victoria se encontró con la sorprendente noticia de que tenía nada menos que 22 hermanos.
La relación amorosa con un medio hermano
Pero el asombro de Victoria no terminó ahí. Uno de los hermanos que el doctor Caldwell había «creado» resultó ser nada menos que su exnovio de la secundaria. Sí, la mujer había mantenido una relación amorosa con uno de sus propios hermanos, sin saber la verdad sobre su vínculo familiar.
Descubrir que tu pareja sentimental es en realidad tu hermano es una noticia devastadora que puede dejar secuelas profundas. Victoria expresó su incredulidad ante esta situación, comentando que ahora mira a las personas a su alrededor con la incertidumbre de si podrían ser también sus hermanos.
La búsqueda de justicia y regulaciones
El caso de Victoria Hill no es único. Desafortunadamente, se trata de una práctica que ha sido denunciada en múltiples ocasiones en Estados Unidos, donde algunos médicos especialistas en fertilidad han utilizado su propio esperma para inseminar a sus pacientes sin su conocimiento. Esto ha llevado a un llamado a la implementación de regulaciones más estrictas en la industria de la fertilidad.
Según lo revelado, en la mayoría de los estados de Estados Unidos, incluido Connecticut, el fraude en la fertilidad no está debidamente regulado. Recién en 2019, Indiana se convirtió en el segundo estado en convertir este tipo de prácticas en un delito grave, más de 20 años después de que California lo hiciera.
Organizaciones y expertos en el tema han instado a que se apliquen cambios legislativos para que la industria de la fertilidad sea más regulada y transparente. Esto evitaría que situaciones como la de Victoria Hill se repitan, y brindaría a las pacientes la seguridad y confianza que merecen en un momento tan vulnerable de sus vidas.
El caso de Victoria Hill como precedente histórico
El caso de Victoria Hill ha marcado un precedente histórico en este tipo de asuntos. Según la experta en fraude de fertilidad, Jody Madeira, de la Universidad de Indiana, esta es la primera vez que se ha confirmado un caso en el que una persona ha mantenido una relación íntima con alguien que resultó ser su medio hermano.
La importancia de la prueba de ADN
La prueba de ADN que Victoria Hill se realizó fue clave para descubrir esta trama de engaños y secretos. Sin ella, probablemente nunca habría conocido la verdad sobre sus orígenes y su extensa familia. Este caso resalta la importancia de que las personas tengan acceso a este tipo de herramientas genéticas que pueden revelar información crucial sobre su identidad.
La familia extendida
Además de los 22 hermanos que Victoria descubrió, también se enteró de que tiene 42 primos conocidos, todos residentes de la misma localidad. Sin embargo, sospecha que podrían existir muchos más, ya que solo conoce a algunos de los hermanos que se han realizado pruebas después de conocer del fraude de fertilidad.