Decenas de voluntarios de School on Wheels y de la compañía Bazic Products unieron esfuerzos para lograr dos récords mundiales Guinness al armar la línea más larga de mochilas escolares: 7,039 en una hora. El récord anterior era de 6,000.
“¡Han logrado la hazaña!”, dijo Michael Empric, juez oficial y portavoz de Guinness World Records con sede en la ciudad de Nueva York, a los voluntarios y más de 200 familias de escasos recursos que son atendidas por Schools on Wheels.
Más de 200 familias de escasos recursos y sin hogar, además de familias de inmigrantes recién llegados a Estados Unidos y que son atendidas por School on Wheels (Escuela sobre Ruedas) asistieron al evento que se realizó en las instalaciones de Bazic Products, una empresa que fabrica material escolar y de oficina, en la ciudad de El Monte.
Tras conocer el fallo del juez oficial de Guinness World Records, Handy Hioe, presidente de Bazic Products saltó lleno de júbilo, al recibir los dos certificados que avalan los récords mundiales.
Ayudar a los necesitados
Para alcanzar el primer Récord Mundial Guinness, voluntarios de Schools on Wheels y de Bazic Products alinearon 7,000 mochilas.
Una vez que este récord fue verificado por el juez oficial de Guinness, Michael Empric, batieron el segundo récord mundial del día y llenaron 7,039 000 mochilas con útiles escolares en una hora, a partir de las 10:15 a. m.
La idea de Hioe de celebrar el 25 aniversario de fundación de su empresa había comenzado en enero, con su participación en la 135 edición anual del tradicional Desfile de las Rosas, en Pasadena.
“Pensé que era una forma divertida de entretener a la comunidad, y, a partir de ahora queremos intensificar la ayuda, acercarnos a la gente y dar”.
Handy Hioe, dijo que, a pesar del agotamiento en la preparación de las mochilas con útiles escolares, “hacer que esto suceda para las personas y niños sin hogar, es simplemente increíble. Es asombroso. Sentirlo no tiene precio”.
Sin embargo, el costo de las 7,039 mochilas con útiles escolares significó una inversión superior a los $200,000.
Mochilas para estudiantes de seis condados
Directivos de School on Wheels, la organización sin fines de lucro que sirve a estudiantes sin hogar, desde kindergarten al grado 12 en 40 lugares de seis condados del Sur de California: Los Ángeles, Orange, Santa Barbara, San Bernardino, Riverside y Ventura distribuirá las mochilas antes del próximo ciclo escolar.
Tan solo en el Distrito Escola Unificado de Los Ángeles (LAUSD) se reportaron 9,140 estudiantes sin hogar, un 9 % de aumento, en comparación con el año académico anterior.
Al mismo tiempo, esta situación aumentó la necesidad de más tutores para la enseñanza de los niños donde viven: el área de Skid Row o los centros de refugio para desamparados.
“Algunos de esos estudiantes regresaron y se ofrecieron como voluntarios en la tarea de romper los dos récords mundiales”, dijo Evans. “Creo que eso es lo bueno de la organización: cuando eres joven y recibes ayuda, normalmente quieres brindar ayuda a los demás; devuelves algo a tu comunidad “
Ese objetivo es el que persiguen en School on Wheels con los niños inmigrantes que reciben ayuda, para que luego ellos regresen y ayuden a otros niños.
“Con suerte, dentro de 30 años no vamos a existir porque la falta de vivienda será erradicada”, consideró Evans. “Pero hasta entonces, la misión continúa. Ésa es la belleza de nuestra misión: compasión y dignidad para el ser humano”.
Marisol Cortés, concejal de la ciudad de El Monte, manifestó sentirse orgullosa de haber participado en el evento y testificar la ayuda a las familias con necesidades de mochilas y útiles escolares para sus hijos.
“Yo tengo 30 años aquí, en El Monte; en un momento mi familia también era de bajos recursos cuando yo estaba creciendo”, dijo. “Debemos sentirnos orgullosos de que hay alguien que quiere ayudarnos a salir adelante”.
De igual manera se expresó la vicealcaldesa, Julia Ruedas.
“Nosotros tenemos un alto porcentaje de familias que necesitan ayuda; simplemente, en el distrito escolar de El Monte que yo presido, además de recursos de información, las familias tienen necesidades para adquirir los artículos escolares para sus hijos, en su regreso a la escuela”, subrayó. “Y para ayudar se necesitan la unión de todos nosotros”.
En efecto, del total de 9,812 residentes en la ciudad de El Monte, el 18.8% de ellos, es decir, 15,004 personas viven por debajo de la línea de pobreza. Los ingresos per cápita anuales son de $24,150 o $61,625 para una familia de tamaño mediano.
No quieren a familias latinas en los refugios
Kimberly Cuzcano, una mujer peruana que apenas tiene 10 meses de vivir en Estados Unidos estuvo en el evento de School on Wheels con sus tres hijas: Sofia, de 10 años, Ashley, de nueve y Mia, de seis.
Sofia sufre de autismo, lo mismo que Ashley, aunque a ella se le suma no tener audición en el oído izquierdo, mientras que Mia padece de miopía.
“Estamos viviendo en un refugio en la ciudad de San Pedro”, dijo Kimberly. “La familia de mi esposo [Carlos Cubas] nos echó a la calle”.
Kimberly declaró que vivir en el refugio es “difícil”.
“Nos sacan de la cama a las 7:30 de la mañana, y de ahí nos mandan al techo”, dijo. El “techo” es la parte superior de un edificio donde pasan el día mitigando los estragos del calor al aire libre.
Kimberly tiene ocho meses de embarazo y aunque se quejó de la situación “horrible” en el refugio, dijo que está mejor “porque hay libertad para nosotros y para mis hijos”.
Por su parte, Jocelys González, originaria del Departamento El Paraíso, Honduras, apenas cumplió un mes de haber arribado al área de Los Ángeles, junto con su niño Gael, de siete años y su esposo, Erick Fonseca.
“En el refugio no nos quieren a los latinos; los negros que están ahí nos dicen que nos vayamos, que la ayuda allí no es para nosotros”, denunció Jocelys, quien, además, describió la odisea de haber cruzado por México hasta llegar a Estados Unidos.
“Todo el camino era peligroso”, dijo. “Gracias a Dios no nos pasó nada, sobre todo cuando estuvimos en un refugio de Monterrey, donde mataron a cuatro personas”.
Luisana Escalona, madre venezolana de cinco hijos: Carlos (16), Eudimar (15), Justin (13), Carlos Alexander (11) y Brittany (3) dio a conocer que llegó a Estados Unidos en mayo pasado.
“Hay que echar pa’lante”, dijo. “Todo lo vamos a lograr, a pesar de que hay mucha discriminación en el refugio donde estamos; las personas negras nos dicen que no deberíamos estar allí…venimos a luchar por una mejor vida para nuestros hijos y nada nos va a detener”.