#Salud: un remedio natural con múltiples beneficios para el cuerpo y la salud

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El bicarbonato de sodio es un polvo blanco y fino que casi todos
conocen por sus usos en la cocina o en la limpieza del hogar. Pero
detrás de esa apariencia sencilla se esconde un compuesto versátil
y económico que ha llamado la atención no solo en la tradición
popular, sino también en el ámbito científico. Cada vez más
expertos y publicaciones médicas exploran su rol para mejorar la
digestión, cuidar la piel y ofrecer ayuda en ciertos tratamientos
clínicos. Eso sí, como con cualquier remedio, la clave está en
usarlo con sensatez y, siempre que sea posible, bajo la orientación
de un profesional de la salud.

Beneficios digestivos y
antiácidos

Uno de sus usos más conocidos es el alivio rápido de la
acidez estomacal y la indigestión ocasional. El
bicarbonato
de sodio actúa como un antiácido que neutraliza el exceso de ácido
en el estómago, aliviando la sensación de ardor y malestar justo
después de las comidas pesadas o condimentadas. Para este fin,
suele recomendarse disolver una cucharadita de bicarbonato
de sodio alimentario
en un vaso de agua y beberlo
lentamente. Este método proporciona un alivio pasajero y efectivo,
pero no debe emplearse de forma rutinaria en casos de acidez
crónica, ya que podría retrasar el diagnóstico de un problema
mayor.

Mecanismo de acción
antiácido

El bicarbonato de sodio, que es una base débil,
reacciona al contacto con el ácido clorhídrico del jugo gástrico.
En este proceso se forma agua y dióxido de
carbono
, lo que eleva temporalmente el pH del estómago y
disminuye la irritación de su revestimiento. Por eso, la sensación
de ardor desaparece en pocos minutos tras su consumo.

Uso seguro en el hogar

Solamente debe usarse bicarbonato de sodio de calidad
alimentaria
para consumo interno, nunca el destinado a
productos de limpieza. Debido a su elevado contenido de sodio, no
es aconsejable para quienes deben limitar esta sal, como personas
con hipertensión. Además, el bicarbonato puede alterar la absorción
de algunos medicamentos; por eso se recomienda espaciar su ingesta
al menos dos horas respecto de cualquier otro
fármaco.

Aplicaciones
dermatológicas y de cuidado personal

El bicarbonato de sodio también puede mejorar el bienestar de la
piel y la higiene general a través de usos externos. Como abrasivo
suave y con propiedades calmantes, se incorpora en rutinas de
belleza y autocuidado.

Higiene
bucal

Una pequeña cantidad de bicarbonato mezclada con agua puede
implementarse como pasta dental ocasional. Esta
mezcla ayuda a remover manchas superficiales de los dientes y a
neutralizar olores, mejorando el aliento. La recomendación es
utilizarla no más de una o dos veces por semana,
para no dañar el esmalte dental.

Foto Freepik

Cuidado de la piel y
cataplasmas

Para exfoliar la piel, se puede preparar una pasta de
bicarbonato con agua o, si se desea suavidad extra, con un poco de
aceite vegetal. Aplicada con suaves movimientos
circulares, ayuda a eliminar células muertas y deja la piel más
lisa. Además, un cataplasma de bicarbonato puede
aliviar el picor y reducir la inflamación tras picaduras de
insectos o irritaciones menores, siempre lavando bien la zona
después y evitando el contacto prolongado, que puede resecar la
piel.

Mascarilla capilar

La mezcla de bicarbonato con agua funciona como
limpiador capilar ocasional, removiendo residuos
de productos y dejando una sensación de frescura en el cuero
cabelludo. El uso debe limitarse a una vez por mes
en la mayoría de los casos y siempre enjuagando a fondo para evitar
sequedad.

Te podría interesar:

Usos
terapéuticos y consideraciones clínicas

A medida que la ciencia progresa, se estudian a fondo nuevas
aplicaciones del bicarbonato de sodio en contextos médicos bajo
estricta supervisión.

Mejora del rendimiento
deportivo

El suplemento de bicarbonato ha ganado interés entre los
deportistas, ya que puede ayudar a reducir la acumulación
de ácido
en los músculos durante esfuerzos intensos y
cortos, como el levantamiento de pesas o carreras veloces. La
dosis habitual se sitúa entre 0,2 y 0,3 gramos por
kilo de peso corporal, tomada entre una y dos horas antes de la
actividad. Es crucial probar la tolerancia digestiva, ya que
excederse puede causar molestias como hinchazón o diarrea.

Retardo
de la progresión de la enfermedad renal crónica

En pacientes con insuficiencia renal crónica, los estudios
recientes muestran que el bicarbonato administrado bajo control
especialista puede ayudar a disminuir la carga
ácida
del organismo y ralentizar el deterioro de la
función renal. Mejoras como una menor pérdida muscular y un estado
nutricional más estable se asocian también a este abordaje. Solo un
nefrólogo debe decidir la dosis y el seguimiento, adaptándolo a
cada historia clínica.

Riesgos y
contraindicaciones

El uso impropio del bicarbonato
puede generar problemas serios de salud. Entre los
efectos secundarios se cuentan la alcalosis metabólica (una
alteración del equilibrio ácido-base), hipertensión, diarrea,
náuseas, vómitos, debilidad muscular y hasta retención de líquidos.
Grupos de riesgo como niños menores de 12 años, embarazadas,
personas con enfermedades cardiovasculares, o pacientes con
alteraciones del equilibrio ácido-base deben evitarlo. El uso
conjunto con otros medicamentos puede afectar su eficacia, por lo
que siempre es fundamental consultar antes a un especialista. La
sobredosis puede llevar al envenenamiento por sodio, una situación
grave que requiere atención médica urgente.

El bicarbonato de sodio, aunque sencillo y al alcance de todos,
tiene efectos complejos en el cuerpo que pueden resultar
beneficiosos o perjudiciales dependiendo de la dosis, la forma de
uso y las condiciones individuales. Por esto, nunca sustituye a un
tratamiento prescrito ni debe emplearse sin criterio
profesional.

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