Cuando recibes un diagnóstico de diabetes parece que el chocolate se va directo a la lista de prohibidos. Pero en realidad, el chocolate no está totalmente vetado, siempre que cuides el tipo, la cantidad y el momento en que lo tomas. Muchas guías y nutricionistas coinciden en que un trocito diario puede encajar en una dieta equilibrada, siempre que no se use para tratar hipoglucemias y se tome dentro de una comida, por ejemplo como postre, para evitar picos bruscos de glucosa.
Qué tipo de chocolate es mejor si tienes diabetes
El protagonista claro es el chocolate negro con alto porcentaje de cacao, porque suele llevar menos azúcar, más cacao de verdad y más compuestos beneficiosos para el corazón y la sensibilidad a la insulina. Por eso, es el que se aconseja para personas con diabetes que quieren seguir disfrutando de este placer.

El chocolate con leche y el chocolate blanco, en cambio, son mucho más dulces, ya que contienen más azúcar y menos cacao, así que elevan la glucosa en sangre con más facilidad y se recomienda dejarlos para momentos muy puntuales o tomarlos en raciones muy pequeñas.
Por qué se recomienda el chocolate negro con mucho cacao
El llamado chocolate negro superior, con al menos setenta por ciento de cacao, tiene dos ventajas importantes. Por un lado, menos azúcar y más pasta de cacao, que aporta polifenoles y antioxidantes. Estudios recientes relacionan estos compuestos con una mejor sensibilidad a la insulina y una ligera ayuda sobre la tensión arterial cuando se consumen en pequeñas cantidades dentro de un estilo de vida saludable.
Por otro lado, el sabor es más intenso y amargo, lo que hace que muchas personas lo coman más despacio y en menor cantidad, casi como si fuera una cata y no un picoteo automático. Esa forma de comerlo, saboreando cada cuadradito, ayuda mucho a respetar la ración y a no acabar con media tableta sin darte cuenta.
Chocolate con leche y chocolate blanco
El chocolate con leche y el blanco suelen llevar azúcar, leche en polvo y grasas añadidas. El cacao real baja, el dulzor sube. El resultado es un producto que se come con gran facilidad y en más cantidad, algo que favorece subidas rápidas de glucosa y aumento de peso.
Si decides tomar estos tipos, lo más prudente es hacerlo solo en ocasiones especiales, en una cantidad muy pequeña y siempre dentro de una comida completa que incluya verduras y algún féculo integral. De esa forma, la absorción del azúcar será algo más lenta que si te lo comes solo entre horas.

Cuánto chocolate puede comer al día una persona con diabetes
Como referencia sencilla, muchos dietistas y asociaciones de personas con diabetes hablan de entre diez y veinte gramos de chocolate negro al día. Traducido a la vida real, suele ser uno o dos cuadrados, según el tamaño de la tableta. La clave está en mirar el peso en la etiqueta, porque cada marca corta los cuadraditos de una forma diferente.
Esa cantidad tiene que encajar en tu plan de alimentación, en tus necesidades de hidratos y en tu tratamiento. Lo ideal es comentarlo con tu médico o nutricionista para ajustar la porción a tu pauta de medicación, tu actividad física y tus objetivos de peso.
El momento ideal para comer chocolate sin disparar la glucosa
Tomar chocolate solo, como tentempié, favorece picos rápidos de glucosa. La recomendación de muchas entidades de diabetes es integrarlo en una comida principal, por ejemplo como postre después de un plato con verduras y cereales integrales. La presencia de fibra y otros nutrientes hace que la subida de azúcar sea más lenta y manejable.
También es importante recordar algo que a veces se olvida: el chocolate no sirve para tratar una hipoglucemia. Tiene grasa y el azúcar se absorbe más despacio, así que no actúa con la rapidez que se necesita en una bajada brusca. Para eso, se deben usar las fuentes de glucosa que te haya indicado tu equipo de salud.
Cómo elegir el mejor chocolate para la diabetes paso a paso
Al comprar, busca un porcentaje de cacao alto, idealmente a partir de setenta por ciento. Cuantos menos ingredientes veas en la etiqueta, mejor. Lo ideal es que aparezcan cacao, manteca de cacao y una cantidad moderada de azúcar, sin rellenos ni aceites hidrogenados.
Existen chocolates sin azúcar añadida, endulzados con estevia o eritritol, que pueden ser una opción si te cuesta limitar la cantidad. Aun así, siguen aportando grasa y calorías, por lo que también exigen moderación. Sea cual sea el tipo, el mejor truco es comprar una tableta de buena calidad y decidir de antemano cuántos gramos vas a tomar ese día.
Con estas ideas y el acompañamiento de tu médico o nutricionista, puedes seguir disfrutando del placer del chocolate de forma consciente, cuidando tu salud y tu glucosa al mismo tiempo.



