El azúcar alto en la sangre, también conocido como
hiperglucemia, es un problema común en personas con
diabetes mal controlada. Los síntomas pueden variar en
intensidad, desde leves hasta graves. Es importante
reconocer los signos tempranos de azúcar alta en la
sangre para recibir tratamiento de manera temprana y
evitar complicaciones graves.
Azúcar en la sangre
levemente alta
Cuando los niveles de azúcar en la sangre están continuamente
por encima de los límites ideales, generalmente de 200
mg/dL a 350 mg/dL en adultos, pueden presentarse síntomas
leves de azúcar alta en la sangre. Algunos de los síntomas más
comunes incluyen aumento de la sed, aumento de la micción,
pérdida de peso, fatiga y aumento del apetito.
Es importante tener en cuenta que los niños pequeños pueden
tener dificultades para reconocer los síntomas del azúcar alta en
la sangre. Los padres deben estar atentos y realizar pruebas de
azúcar en la sangre si sospechan que su hijo puede tener
hiperglucemia. Si los niveles de azúcar en la sangre continúan
aumentando, puede llevar a la deshidratación,
especialmente en los niños pequeños. Los síntomas de
deshidratación incluyen sequedad en la boca, aumento de
la sed y piel tibia y seca.

Azúcar
en la sangre de moderada a gravemente alta
Cuando los niveles de azúcar en la sangre están continuamente
altos, generalmente por encima de 350 mg/dL en adultos, pueden
presentarse síntomas más graves de azúcar alta en la sangre. Estos
síntomas pueden incluir visión borrosa, sed extrema,
aturdimiento, piel sonrojada, caliente y seca, agitación,
somnolencia o dificultad para despertarse.
En casos más extremos, si el organismo produce poca o ninguna
insulina, pueden presentarse síntomas como respiración rápida y
profunda, frecuencia cardíaca rápida y pulso débil, aliento con
olor fuerte y afrutado, pérdida del apetito, dolor abdominal y
vómitos. Si los niveles de azúcar en la sangre siguen aumentando,
puede provocar confusión, letargo e incluso pérdida del
conocimiento.
Importancia del
diagnóstico temprano
Es fundamental reconocer los primeros signos y síntomas de la
hiperglucemia para poder recibir un diagnóstico y tratamiento
temprano. Un diagnóstico temprano puede ayudar a prevenir
complicaciones graves y mejorar la calidad de vida de las
personas con diabetes.
Si experimentas síntomas como micción frecuente, sed
excesiva, pérdida de peso inexplicada, fatiga, visión borrosa,
cicatrización lenta de heridas, hormigueo o entumecimiento en manos
o pies, parches oscuros en la piel, picazón o infecciones
recurrentes, es importante acudir a un médico para
realizar pruebas y recibir un diagnóstico adecuado.
Factores de
riesgo para la diabetes tipo 2
Existen varios factores de riesgo que aumentan las
probabilidades de desarrollar
diabetes tipo 2 y experimentar niveles altos de azúcar en la
sangre. Algunos de estos factores incluyen:
Sobrepeso u obesidad: El exceso de peso puede
dificultar la acción de la insulina en el cuerpo.
Historia familiar de diabetes: Tener parientes
cercanos con diabetes aumenta el riesgo de desarrollar la
enfermedad.
Edad avanzada: El riesgo de diabetes tipo 2
aumenta a medida que envejecemos.
Vida sedentaria: La falta de
actividad física regular puede contribuir al desarrollo de
la diabetes tipo 2.
Alimentación poco saludable: Una dieta alta en
grasas saturadas, azúcares y carbohidratos refinados puede aumentar
el riesgo de hiperglucemia.
Es importante tener en cuenta estos factores de riesgo y tomar
medidas para prevenir o controlar la diabetes tipo 2.
Cómo
prevenir niveles altos de azúcar en la sangre
La prevención de niveles altos de azúcar en la sangre comienza
con la adopción de un estilo de vida saludable. Algunos consejos
para prevenir la diabetes tipo 2 y mantener niveles adecuados de
azúcar en la sangre incluyen:
Mantener un peso saludable: Mantener un peso
adecuado reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Seguir una dieta equilibrada: Consumir
alimentos saludables, ricos en fibra y bajos en grasas saturadas y
azúcares puede ayudar a mantener los niveles de azúcar en la sangre
estables.
Realizar actividad física regularmente: El
ejercicio regular ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina y
ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre.
Evitar el consumo excesivo de alcohol: El
consumo
excesivo de alcohol puede desequilibrar los niveles de azúcar
en la sangre.
Controlar el estrés: El estrés crónico puede
afectar los niveles de azúcar en la sangre, por lo que es
importante encontrar formas saludables de manejarlo.
Tratamiento
para niveles altos de azúcar en la sangre
El tratamiento para niveles altos de azúcar en la sangre depende
de la causa subyacente y de la gravedad de la hiperglucemia. En
casos leves, hacer cambios en el estilo de vida, como
seguir una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente y
perder peso, puede ser suficiente para controlar los
niveles de azúcar en la sangre.
En casos más graves, es posible que se necesite medicación para
ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre. Estos
medicamentos pueden incluir hipoglucemiantes orales o insulina. Es
importante trabajar en estrecha colaboración con un médico para
determinar el mejor plan de tratamiento para cada
individuo.


