#Salud: “Si muero, quiero darlo todo”

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La tragedia puede dar paso a actos de inmensa solidaridad. Un
joven de 23 años, lleno de futuro y con pasiones claras, sufrió un
accidente de tráfico que acabó con su vida. Sin embargo, su última
voluntad permitió salvar a 13 personas gracias a la donación de sus
órganos. Esta historia no es solo un homenaje a su generosidad,
sino también un llamado a reflexionar sobre la
importancia del don de órganos.

Un accidente que rompió
corazones

La
tragedia
ocurrió una noche fría de invierno. El joven, un
estudiante de derecho de urbanismo y apasionado jugador de
voleibol, chocó contra un poste mientras conducía. Las lesiones
cerebrales fueron irreversibles y ninguna intervención quirúrgica
era posible. La noticia destrozó a su familia, quienes recibieron
la terrible confirmación durante la madrugada.

A pesar del dolor inimaginable, los padres enfrentaron una
pregunta esencial: ¿había expresado su hijo el deseo de ser donante
de órganos? La respuesta llegó a través de su novia, quien recordó
las palabras de él en una conversación anterior: “Si muero,
quiero darlo todo. Si ya no estoy, al menos que esto sirva para
alguien más.”

La decisión que trajo
esperanza

Ante estas palabras que resonaban como testamento, los padres
autorizaron la donación. En el quirófano, el equipo médico llevó a
cabo una operación que se extendió por horas, conmovidos por la
magnitud del altruismo del joven. Se donaron varios órganos,
incluyendo el corazón,
hígado
,
riñones
, y hasta tejidos como las córneas y las arterias
fémorales.

Lo que ocurrió después fue casi milagroso. Un total de 13
personas recibieron estos órganos, vidas que estaban al límite
debido a largas esperas en listas de trasplantes. Aunque la familia
optó por no saber detalles sobre los receptores, se sabe que,
gracias a este gesto, esas personas pudieron rehacer sus
vidas
.

Foto Freepik

La realidad del
don de órganos en cifras

El sistema de donación en países como Francia opera bajo el
principio de consentimiento presunto. Esto significa que, salvo
inscripción en el registro nacional de rechazos, todos son
potenciales donantes tras fallecer. A pesar de
ello, la conversación sobre este tema en vida sigue siendo crucial.
Ante una tragedia, la familia suele ser quien da la confirmación
final.

En 2024, un total de más de 6,000 trasplantes se llevaron a cabo
en Francia. Sin embargo, la espera sigue siendo ardua. Al inicio de
2024, más de 21,000 pacientes figuraban en listas de espera,
demostrando que la necesidad supera, por mucho, la
disponibilidad de órganos.

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El poder de hablar en
vida

Este caso pone de relieve un punto esencial: hablar sobre el don
de órganos con antelación puede marcar la diferencia. Aunque es un
tema incómodo, compartir en vida las intenciones puede aliviar un
poco el peso de las decisiones en momentos de dolor. La madre del
joven, en una entrevista, subrayó lo importante que fue saber qué
quería su hijo. Sin esa conversación, quizá habría sido más
complicado tomar la decisión.

Las organizaciones médicas también insisten en la educación
sobre el tema para combatir las ideas erróneas que rodean la
donación. Muchas veces, los familiares se oponen por miedo, tabúes
culturales o simplemente desconocimiento, frenando así la
posibilidad de salvar vidas.

Un
legado de vida

Aunque la muerte del joven fue una pérdida irreparable para
quienes lo amaban, su legado trasciende más allá de lo imaginable.
Su altruismo le dio a 13 personas una segunda oportunidad. Cada una
de estas vidas representa un tributo a su memoria, mostrando cómo,
incluso en la tragedia, puede haber luz.

Esta historia nos recuerda que ser donante no es solo un acto
individual, es un regalo para la sociedad. Quizá, la próxima vez
que alguien renueve su identificación oficial o discuta temas
médicos con su familia, el ejemplo de este joven inspire a muchos a
decir: “Sí, quiero darlo todo.”

El don de órganos no es un tema fácil de abordar, pero historias
como esta revelan su poder transformador. Convertir la pérdida en
vida nueva es una forma singular de trascender. Hablar con familia,
registrar la voluntad de donar e informarse son pasos clave para
ser parte de este acto de esperanza. Cada donante tiene el
potencial de
salvar vidas
y de convertirse en un héroe anónimo. ¿Tú, ya has
pensado en lo que quieres dejar como legado?

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