Hay personas que, al recostarse y apoyar la cabeza sobre la
almohada, notan los latidos de su corazón en uno
de sus oídos. Para muchos, esto puede sonar como un tamborileo
suave o un golpeteo rítmico que acompaña el propio pulso. Aunque en
la mayoría de los casos este fenómeno es inofensivo, en otros puede
señalar situaciones de salud que requieren atención.
La clave está en observar los detalles: cómo se siente, si
aparecen otros síntomas y cuánto dura esa sensación. Este texto
explica cómo se produce este sonido dentro del
oído y qué problemas de salud pueden estar relacionados.
Comprender estas señales ayuda a cuidar mejor la salud y saber
cuándo consultar a un profesional.

¿Por qué se escuchan los latidos cardíacos al recostarse
sobre un oído?
En reposo, especialmente por la noche o en habitaciones muy
tranquilas, el cuerpo se vuelve más consciente de sus sonidos
internos. El latido cardíaco es uno de los más
evidentes. Cuando la cabeza descansa sobre una almohada, la
vibración de los vasos sanguíneos cercanos puede transmitirse al
oído interno.
El oído se ubica muy cerca de grandes vasos
sanguíneos del cuello y la cabeza. Al cambiar la postura
recostándose sobre un lado, el contacto directo con la almohada
puede hacer que los sonidos del flujo sanguíneo se
amplifiquen. Esto sucede más en silencio total, cuando no
hay ruidos externos que distraigan.
En la mayoría de los casos, escuchar estos latidos no significa
ningún riesgo. Sin embargo, si este sonido es muy marcado,
persistente o va acompañado de otros síntomas, podría tratarse de
lo que se conoce como tinnitus pulsátil.
Problemas
de salud relacionados con el pulso audible en el oído
El tinnitus pulsátil aparece cuando se escucha
un sonido rítmico en el oído, acompañando los latidos del corazón.
Es importante distinguir este síntoma para identificar si se trata
de algo pasajero o si está mostrando una condición que debería ser
revisada. A continuación, se describen las causas más frecuentes,
de forma clara y sencilla.
Hipertensión arterial
Cuando la presión arterial está alta, la sangre
circula con más fuerza a través de los vasos sanguíneos. Si esos
vasos están cerca del oído, esta presión puede hacer que los
sonidos del flujo sanguíneo sean más perceptibles, sobre todo al
recostarse.
Las personas con hipertensión a menudo acompañan este síntoma
con dolor de cabeza, mareos o
sensación de presión en el pecho. Si los latidos en el oído se
repiten con frecuencia y van de la mano con estos síntomas,
conviene hacer una consulta médica.

Problemas vasculares
cerca del oído
Algunas alteraciones en los vasos sanguíneos como
malformaciones arteriovenosas,
aneurismas o estrechamientos en las
arterias pueden intensificar el sonido del latido cardíaco
y hacerlo notorio en el oído. Estos problemas no siempre son
graves, pero deben ser diagnosticados de manera temprana.
Los trastornos vasculares pueden pasar desapercibidos durante
mucho tiempo. Sin embargo, cuando provocan tinnitus
pulsátil que no cede o si va acompañado de síntomas como
pérdida súbita de audición, debe comunicarse de inmediato al
médico. El diagnóstico precoz ayuda a prevenir complicaciones.
Infecciones u otitis
Las infecciones del oído, principalmente la
otitis media y otras inflamaciones, pueden
modificar la percepción de los sonidos internos. Cuando la zona
está inflamada, las vibraciones del flujo sanguíneo pueden
transmitirse con mayor facilidad al oído, haciendo perceptibles los
latidos del corazón.
Además del pulso en el oído, suelen presentarse otros síntomas:
dolor intenso, fiebre,
pérdida auditiva temporal o secreción por el oído.
El tratamiento precoz es importante para evitar complicaciones y
aliviar las molestias.
Trastornos del oído
interno
Ciertas enfermedades que afectan el oído
interno también pueden estar implicadas en la aparición de
estos sonidos. Un ejemplo común es la enfermedad de
Ménière, que se caracteriza por episodios de
vértigo, zumbidos y
sensación de oído lleno.
En estos casos, el tinnitus suele acompañarse de un cambio en la
capacidad auditiva y de una mayor sensibilidad a los ruidos
internos. Aunque estos trastornos suelen ser crónicos, con
tratamiento adecuado se puede reducir el impacto en la calidad de
vida.
Factores temporales o
benignos
No siempre que se percibe el latido en el oído es señal de
problemas. Existen situaciones transitorias como el
ejercicio físico intenso, estrés,
ansiedad o incluso el embarazo
que pueden hacer más audibles estos ruidos. En estos casos, el
síntoma desaparece al cabo de un rato, sin mayor repercusión.
El estrés y la ansiedad pueden
llevar al organismo a estar más atento a sensaciones corporales que
normalmente pasan desapercibidas. Es importante mantener la calma y
observar si el pulso disminuye cuando el cuerpo se relaja.
Recomendaciones
y observación de síntomas
Escuchar los latidos del corazón al apoyar la cabeza no siempre
es señal de alarma. Si persiste, se intensifica o se presentan
otros síntomas (dolor, fiebre, vértigo, pérdida auditiva, dolor de
cabeza frecuente), es clave buscar ayuda médica. Explicar
claramente desde cuándo aparece el síntoma, con qué frecuencia
ocurre y si se presenta en reposo o con la actividad física,
facilita el diagnóstico.
Anotar cuándo sucede, describir la intensidad y asociar otros
síntomas ayuda al profesional de salud a identificar la causa y
guiar el mejor tratamiento. Prestando atención a los cambios y
comunicando la información de manera clara, se contribuye a un
mejor cuidado de la salud auditiva y general.



