Resfriado vs. gripe: señales claras para diferenciarlos en casa
Aunque ambos son infecciones respiratorias causadas por virus, suelen seguir “ritmos” distintos. El resfriado acostumbra a entrar como una gotera, primero picor de garganta, después nariz tomada y, al final, tos. La gripe, en cambio, suele caer como un portazo, en pocas horas aparece un malestar general fuerte y la persona se nota “rota”.

En el resfriado predominan la congestión, el goteo nasal y los estornudos. En la gripe son más típicos la fiebre alta y el dolor muscular. Aun así, hay excepciones, y por contexto epidemiológico conviene recordar que COVID-19, el VRS u otros virus pueden imitar estas señales. Si hay duda razonable, una prueba de influenza o COVID-19 puede orientar.
Síntomas más comunes: congestión, fiebre, tos y dolores
El resfriado suele sentirse como nariz tapada o con mucosidad, dolor de garganta leve y una tos más suave. La gripe suele dar fiebre (a menudo por encima de los treinta y ocho grados), escalofríos, dolor muscular, cansancio intenso y tos seca más dura. La clave es mirar el conjunto de síntomas, no uno suelto.
Cuánto suele durar y cómo cambia día a día
El resfriado suele durar de tres a siete días, con una tos que a veces se alarga más. La gripe puede tener una fase fuerte de varios días, pero el cansancio y la tos pueden persistir semanas. Si la persona mejora y luego empeora de golpe, puede ser señal de complicación.
Qué medicamento funciona mejor según sea resfriado o gripe
En la mayoría de casos, tanto en resfriado como en gripe, el tratamiento es sintomático, se busca bajar fiebre, aliviar dolor y descansar. Paracetamol o ibuprofeno pueden ayudar, si no hay contraindicaciones y se respetan las dosis.
Los antibióticos no sirven contra virus. Solo tienen sentido si un profesional confirma una infección bacteriana añadida. En gripe, además, existe la opción de antivirales, que no se usan “por rutina” en todos los cuadros.
Para el resfriado: alivio de síntomas sin complicaciones
Suele funcionar lo simple, descanso, líquidos y lavados nasales con solución salina. Para dolor o fiebre, paracetamol o ibuprofeno. Si se usa un descongestionante nasal, conviene limitarlo a tres a cinco días para evitar el efecto rebote. También ayuda revisar etiquetas, muchos antigripales combinados repiten principios activos y pueden llevar a duplicar dosis sin darse cuenta.
Para la gripe: cuándo los antivirales sí marcan diferencia
Antivirales como oseltamivir o baloxavir pueden acortar la enfermedad y reducir complicaciones si se inician pronto, idealmente dentro de las primeras cuarenta y ocho horas. Suelen recomendarse sobre todo en personas con más riesgo, en cuadros moderados a graves o si hay hospitalización, y requieren valoración médica.
Cuándo consultar y cómo evitar contagiar a otros
Si el cuadro no encaja, se complica o hay dudas por convivencia con personas vulnerables, consultar puede ahorrar sustos. Según el contexto, una prueba para influenza o COVID-19 también ayuda a tomar decisiones en casa, trabajo o escuela.
Señales de alarma y grupos con más riesgo
Conviene buscar atención urgente ante falta de aire, dolor fuerte en el pecho, confusión, somnolencia marcada, fiebre muy alta que no baja, fiebre que dura más de tres días o empeoramiento brusco tras una mejoría. Tienen más riesgo los menores de cinco años (en especial menores de dos), mayores de sesenta y cinco, embarazadas y personas con asma, diabetes, cardiopatías o inmunodepresión.
Medidas simples que sí funcionan (casa, trabajo, escuela)
Lavarse las manos, ventilar bien, cubrir tos y estornudos y usar mascarilla si hay síntomas reduce contagios. Si hay fiebre, quedarse en casa protege a otros. Y la vacuna anual contra la gripe sigue siendo la mejor herramienta para bajar el riesgo de cuadros graves, según las recomendaciones de salud pública de cada temporada.
El rasgo que más separa ambos suele ser este, la gripe aparece de forma brusca y con fiebre alta y dolores, el resfriado progresa más despacio y con congestión dominante. El mejor “medicamento” depende del objetivo, alivio de síntomas en la mayoría, o antiviral temprano en gripe seleccionada. Ante señales de alarma o si se pertenece a un grupo de riesgo, conviene consultar.


