#Salud: ¿Qué tan cierto es que la humedad aumenta el dolor articular?

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¿Te has preguntado por qué algunas personas sienten dolor en las
articulaciones durante días húmedos? Este fenómeno, especialmente
común en quienes padecen artritis u otras condiciones crónicas, no
es solo una percepción. Varios estudios científicos han encontrado
vínculos claros entre la humedad y el incremento del dolor
articular
. Aquí se analizan las razones detrás de esta
conexión, cómo afecta al cuerpo y qué se puede hacer para aliviar
el malestar.

La
conexión entre la humedad y el dolor articular

El impacto de las condiciones climáticas en el
dolor articular
ha sido mencionado durante siglos, desde los
tiempos de Hipócrates. Pero solo recientemente la ciencia ha
explorado a detalle esta relación. La humedad alta,
combinada con una baja presión atmosférica y cambios en el
clima
, parece ser un factor clave.

Cuando el aire tiene mayor humedad, disminuye la presión
atmosférica, lo que ocasiona que los tejidos alrededor de las
articulaciones se expandan ligeramente. Esto puede incrementar la
presión en áreas ya inflamadas o dañadas, exacerbando el dolor en
las personas con condiciones como artritis, osteoartritis o
fibromialgia.

Además, barorreceptores (receptores nerviosos sensibles en las
articulaciones) reaccionan ante los cambios en la presión
atmosférica, lo que puede explicar la percepción del dolor durante
días lluviosos o cargados de humedad.

¿Por
qué los cambios climáticos agravan el dolor?

Los días húmedos no son el único desafío para las
articulaciones. Varios factores climáticos contribuyen al malestar
articular. Entre ellos, destacan:

Baja presión atmosférica: este fenómeno,
asociado con lluvias y tormentas, no solo afecta la expansión de
tejidos, sino que también puede irritar zonas donde el fluido
sinovial está comprometido, generando rigidez o mayor
sensibilidad.

Temperaturas bajas: la combinación de frío y
humedad suele reducir la
circulación sanguínea
en las extremidades, lo que aumenta la
sensación de rigidez y limita los movimientos.

Viento o brisas fuertes: aunque menos
estudiado, el viento podría sumarse a los factores que agravan el
dolor, especialmente en zonas con altos niveles de humedad.

Por otro lado, no todas las personas sienten alteraciones
significativas. Los síntomas parecen variar según cada individuo,
aunque quienes tienen trastornos articulares suelen ser los más
afectados.

Foto Freepik

Ciencia detrás de la
experiencia

Un estudio reciente realizado en la Universidad de Manchester,
Reino Unido, titulado “Nublado con posibilidad de dolor”, analizó
datos de más de 2,500 personas con dolencias crónicas, como
artritis reumatoide, fibromialgia y migrañas. Estas personas
registraron sus niveles de dolor diariamente mediante el uso de
teléfonos inteligentes. Al cruzar los datos con las condiciones del
clima en sus localidades, los investigadores confirmaron que los
días de alta humedad y baja presión atmosférica
estaban asociados con un aumento del dolor.

Curiosamente, los cambios en la temperatura o incluso la lluvia
en sí misma no tuvieron el mismo nivel de impacto si no estaban
acompañados de humedad elevada o cambios de presión.

¿Cómo
manejar el dolor articular en climas húmedos?

Si bien no se puede controlar el clima, existen estrategias
prácticas para lidiar con el dolor causado por la humedad y
otros factores climáticos
:

Mantener el calor corporal: usar ropa adecuada,
guantes térmicos o aplicadores de calor local puede ayudar a
reducir la rigidez en las articulaciones.

Ejercicio moderado: actividades como caminar, yoga o
natación mejoran la movilidad sin causar estrés a las
articulaciones. Además, mantener los músculos activos protege los
huesos y el tejido cartilaginoso.

Dieta balanceada y peso saludable: evitar el
sobrepeso puede minimizar la carga sobre las articulaciones,
especialmente en rodillas y caderas, que son de las áreas más
afectadas.

Vitamina D en invierno: durante estos meses, la
exposición limitada al sol puede afectar la salud articular.
Suplementarse bajo supervisión médica puede ser beneficioso.

Consultar a profesionales: si los síntomas
persisten o empeoran, es imprescindible buscar ayuda médica.
Algunos pacientes encuentran alivio con fisioterapia o tratamientos
dirigidos.


¿Existe un “clima ideal” para las
articulaciones?

Aunque algunos podrían pensar que mudarse a un clima seco y
cálido es la solución definitiva, los especialistas advierten que
no hay garantías. Si bien un ambiente cálido puede reducir la
rigidez, no elimina completamente los síntomas de
condiciones como la artritis
. Lo que sí está claro es que
un entorno estable y libre de cambios drásticos de humedad o
presión puede ser más cómodo para quienes sufren de
dolor articular.

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