#Salud: ¿Qué sucede cuando el aire en tu casa es demasiado seco?

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Sentir el aire seco en casa es tan común como incómodo, sobre
todo en invierno o cuando usamos calefacción. Esa sensación de piel
tirante, boca seca, e incluso electricidad estática, no es solo
molestia: puede afectar tu salud y la de tu familia. Entender qué
pasa y cómo solucionarlo puede transformar el ambiente de tu
hogar.

Uno de los primeros indicios es la sequedad en la
piel
, que puede agrietarse y sentirse áspera. La
nariz y la garganta se irritan, y podrías notar
dificultad para tragar o una sensación de picor constante. Algunos
hasta experimentan hemorragias nasales por la
irritación de las mucosas, y los ojos se resecan,
haciendo que el uso de pantallas sea incómodo. La electricidad
estática también aparece más a menudo; la ropa “se pega” al cuerpo
y hasta un simple roce con una puerta puede darte un pequeño
calambre.

Cuando esto se vuelve parte del día a día, el descanso nocturno
sufre y el aire seco puede provocar ronquidos y
dificultar la respiración, lo que reduce la calidad del sueño y la
sensación de descanso al despertar.

Consecuencias en
la salud y el bienestar

El cuerpo reacciona de inmediato a un ambiente seco, por lo que
las mucosas de nariz y boca se vuelven menos
eficientes para protegernos de virus y bacterias, lo que facilita
resfriados, infecciones respiratorias y agrava
síntomas si ya tienes alergia o asma. De este modo, el sistema
inmunitario se resiente y aumenta la sensibilidad a los
patógenos
.

La piel, nuestro órgano de defensa natural contra el entorno,
pierde agua más rápido, se vuelve sensible, con tendencia a
agrietarse y aparece el eccema o enrojecimiento. Asimismo, los
labios se parten y los ojos sufren, especialmente
si usas lentes de contacto o pasas muchas horas delante de una
pantalla.

Un ambiente seco también afecta a los más pequeños y a personas
mayores, quienes pueden enfrentar más molestias o riesgos de
infecciones. Mantener una humedad adecuada es
clave para todos.

Problemas en la casa
y el mobiliario

El hogar también sufre con el aire seco: los suelos y
muebles de madera
pierden humedad, se agrietan o deforman.
Las puertas y ventanas pueden encajarse mal, y hasta los
instrumentos musicales pierden afinación o sufren daños.

El polvo también parece multiplicarse en el ambiente seco, por
lo que los sistemas de calefacción y aire pueden levantar más
partículas si los filtros no están limpios. Dejar que la sequedad
domine daña la calidad del aire y afecta la vida útil de muchos
materiales en tu hogar.

Freepik

¿Por qué se seca el
aire en casa?

El frío exterior no suele llevar tanta humedad como el aire
templado. Cuando abrimos la casa para ventilar y el aire entra, su
capacidad de retención de agua baja con la temperatura. Al encender
calefacción o bombas de calor, el aire se calienta, pero no gana
agua; al contrario, la poca humedad se reparte y el ambiente pierde
aún más.

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A esto se suma el uso de aire acondicionado en
verano, que extrae la humedad como parte de su funcionamiento. El
resultado: un ciclo de sequedad casi permanente si no tomamos
medidas.

Mantener la
humedad en niveles saludables

El rango ideal de humedad en interiores está
entre el 30% y el 50%, si cae por debajo, la incomodidad y el
riesgo para la salud aumentan. A partir del 50% se fomenta el
crecimiento de moho y ácaros, lo que tampoco es deseable.

Para mantener la humedad bajo control, lo más efectivo es un
humidificador. Hoy existen modelos para todos los
gustos: desde básicos con agua fría, hasta ultrasónicos y para toda
la casa. Solo hay que cuidar la limpieza y el recambio de agua para
evitar bacterias.

Una forma sencilla y natural es dejar recipientes con
agua cerca de fuentes de calor
o secar ropa en interiores,
lo que libera algo de vapor. Las plantas de
interior
también liberan humedad, embellecen y ayudan a
limpiar el aire. Cocinar sin tapar las ollas por un rato es otra
estrategia que suma.

No olvides comprobar los niveles de humedad con un
higrómetro. Si el aire se siente pesado, huele
raro o ves condensación en ventanas, la humedad podría estar
demasiado alta, y ahí toca ventilar unos minutos o reducir el uso
de humidificadores.

El cuidado con el ambiente seco no es solo cuestión de confort,
sino de bienestar y salud. Presta atención a las
señales de tu cuerpo y del hogar, y ajusta los hábitos o invierte
en tecnología sencilla que mejore el confort.

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