#Salud: ¿Qué hace que este país sea el más deprimido de Europa?

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En 2019, un análisis del European Health Interview
Survey (EHIS)
reveló que en Francia, alrededor del 11% de
la población vivía con depresión. Este porcentaje era
considerablemente más alto que el promedio de otros países
europeos. Entre los factores principales estaban el estrés
laboral, el costo de vida y el aislamiento social
. Todo
esto se potenciaba en las grandes ciudades, donde los habitantes
solían enfrentarse a un ritmo de vida acelerado y conexiones
humanas más débiles.

Además, se ha señalado que las consecuencias de las redes
sociales, especialmente entre los jóvenes, quienes según los datos,
mostraban tasas de depresión más altas. Este fenómeno no es
exclusivo de Francia, pero aquí parecía haber una combinación de
elementos económicos y culturales que agravaban el problema.

Comparativa con otros países Europeos

La encuesta también mostró tendencias interesantes en otras
regiones. Los países del norte de Europa, como Dinamarca,
Suecia y Finlandia, lideraban en tasas de depresión
juvenil
. Aunque suelen considerarse líderes en
bienestar general
, este dato demuestra que incluso los países
socialmente avanzados enfrentan desafíos significativos en salud
mental.

Por otro lado, las tasas de depresión entre adultos mayores eran
más altas en Europa del Sur y del Este, como en Italia o Rumanía.
Aquí el envejecimiento, problemas de salud y precariedad económica
parecen jugar un papel importante, en contraste con los problemas
más sociales o tecnológicos que afectan a los jóvenes en el
norte.

La brecha intergeneracional

Un punto interesante que surgió del análisis es cómo la
depresión afecta de manera distinta a jóvenes y mayores

dependiendo de la región en Europa. En países como Francia, los
jóvenes enfrentan presiones laborales, competitividad y el impacto
del mundo digital. Mientras tanto, los adultos mayores en el sur y
el este de Europa tienden a enfrentarse a problemas relacionados
con el aislamiento, la viudez o la falta de soporte financiero.

Foto Freepik

El efecto del COVID-19 y más allá

Con la llegada de la pandemia, el escenario cambió
drásticamente. El aislamiento obligatorio, la incertidumbre
económica y las pérdidas humanas aumentaron los casos de depresión
en general. Para Francia, esto representó un desafío monumental, ya
que entró en la crisis pandémica partiendo de una base ya
preocupante.

Sin embargo, lo interesante del post-COVID es cómo algunos
países parecen estar priorizando la salud
mental
más que nunca. Francia se ha embarcado en reformas
significativas para abordar este problema, desde campañas de
concienciación hasta mayores inversiones en servicios de salud
mental.

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¿Qué se está haciendo ahora?

A raíz de los datos tan alarmantes, Francia está trabajando
seriamente para invertir en atención psicológica. Proyectos
recientes buscan fortalecer servicios geriátricos y fomentar la
innovación terapéutica. Igualmente, se está evaluando cómo influye
el contexto social y la economía en la salud mental de la
población.

Las autoridades también han comenzado a incluir estrategias para
introducir estructuras de apoyo social más
robustas
, especialmente dirigidas a jóvenes y adultos
mayores vulnerables. Aunque aún queda mucho por hacer, estas
iniciativas van en la dirección correcta.

Es importante señalar que Francia no es el único país
enfrentando una crisis de esta magnitud. Según el mismo estudio,
toda Europa está viendo un aumento significativo en los problemas
de salud mental, especialmente entre la población joven. Esto
refuerza la necesidad de una estrategia coordinada a nivel
regional
para abordar estas cuestiones.

Mientras que algunos países como Alemania o Países Bajos han
mostrado avances en la integración de servicios de salud mental en
sus sistemas de salud pública, otros aún luchan con barreras
económicas y culturales.

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