La
menopausia es una etapa natural pero desafiante en la vida de
muchas mujeres. Durante este periodo, los cambios hormonales, como
la disminución de estrógenos, pueden desencadenar acumulación de
grasa abdominal, alteraciones metabólicas y
pérdida de masa muscular. Sin embargo, ciertas actividades físicas
pueden ser herramientas eficaces para combatir estos cambios y
mejorar tanto la salud como la apariencia física.
La
importancia del ejercicio en la menopausia
Durante la
menopausia, el cuerpo experimenta una redistribución de grasa,
favoreciendo su acumulación en la zona abdominal. Esto está
relacionado con riesgos de enfermedades metabólicas como
diabetes tipo 2 y problemas cardiovasculares. Por lo tanto, el
ejercicio no solo ayuda a quemar calorías, sino que también
mejora la composición corporal, fortalece los músculos y
reduce el estrés.
Incorporar deportes o actividades físicas específicas puede
marcar una gran diferencia para combatir la grasa abdominal. Pero,
¿cuáles son realmente efectivos?
Ejercicios aeróbicos: quema de calorías y reducción de grasa
visceral
Los entrenamientos aeróbicos son fundamentales
para reducir la grasa acumulada en el abdomen. Actividades como
caminar
rápido, correr, nadar y montar bicicleta son excelentes opciones
porque aumentan el ritmo cardíaco y estimulan el metabolismo.
Correr o trotar: ayuda a quemar calorías
rápidamente y mejora la capacidad cardiovascular. Es ideal para
quienes buscan resultados visibles en menos tiempo.
Natación: su bajo impacto en las articulaciones
la convierte en una excelente elección, especialmente para mujeres
con problemas de dolor o lesiones.
Las actividades aeróbicas continuas a moderada intensidad,
combinadas con intervalos de alta intensidad, como en el
entrenamiento HIIT (entrenamiento por intervalos de alta
intensidad), muestran aún mejores resultados en la reducción de
grasa abdominal y visceral.

Entrenamiento
de fuerza: el músculo como aliado contra la grasa
El músculo es el nuevo oro de la salud durante
la menopausia. La pérdida de masa muscular comienza a ser
significativa a partir de los 40 años, y si no se trabaja, esto
afecta el metabolismo basal, disminuyendo el gasto calórico incluso
en reposo.
El entrenamiento de fuerza se enfoca en
ejercicios que incluyen levantamiento de pesas, uso de bandas
elásticas o trabajos con el peso corporal, como sentadillas,
flexiones y planchas.
Beneficio metabólico: incrementar la masa
muscular favorece la quema de grasa incluso en reposo.
Prevención de osteoporosis: fortalece los
huesos, algo vital en esta etapa para evitar fracturas.
Combinar fuerza con ejercicios aeróbicos es clave para construir
un cuerpo más fuerte y resistente, mientras se elimina la grasa
abdominal.
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Yoga
y pilates: actividades completas para mente y cuerpo
Aunque no suelen vincularse directamente con la pérdida de
grasa, tanto el yoga como el
pilates son métodos eficaces para fortalecer el
núcleo abdominal, mejorar la postura y reducir
el estrés, que en muchas ocasiones es un factor desencadenante
del aumento de peso.
Yoga: favorece la flexibilidad y reduce los
niveles de cortisol,
la hormona del estrés, que suele contribuir al almacenamiento
de grasa en el abdomen.
Pilates: fortalece el suelo pélvico, el abdomen
y la espalda
baja, proporcionando un vientre más firme y marcado.
Estas actividades son ideales para complementar entrenamientos
más intensos, ya que también mejoran la salud mental y
emocional.
Hábitos
saludables que potencian los beneficios del deporte
El deporte es solo una parte de la ecuación. Incorporar hábitos
saludables al día a día potencia los resultados y facilita mantener
un peso saludable.
Dieta equilibrada: privilegiar proteínas
magras,
grasas saludables (aguacate,
salmón, aceite de oliva) y carbohidratos complejos (granos
integrales, frutas y verduras), limitando el consumo de alimentos
procesados.
Hidratación: beber suficiente agua mantiene un
metabolismo activo y ayuda a depurar toxinas.
Descanso adecuado: dormir entre 7 y 9 horas
diarias regula las hormonas que controlan el hambre, evitando
atracones.
En la menopausia,
perder grasa abdominal puede parecer un desafío, pero con los
deportes adecuados, es posible lograr cambios positivos y duraderos
en la salud. Incorporar ejercicios aeróbicos, entrenamiento de
fuerza y prácticas como yoga o pilates mejora no solo la apariencia
física, sino también el bienestar general. Una rutina
constante, acompañada de una dieta equilibrada y descanso adecuado,
hace la diferencia. El cuerpo cambiará, pero con
disciplina y cuidado, esos cambios pueden ser para mejor. ¡La
actividad física es una aliada en todos los sentidos!
