Los gatos son animales fascinantes y misteriosos que han
conquistado el corazón de muchos humanos. Aunque a veces sus
comportamientos nos resulten extraños, es importante comprender su
lenguaje corporal para estrechar aún más nuestra relación con
ellos. Una de las conductas más comunes y curiosas de los gatos es
frotar su cabeza contra nosotros.
Los gatos y su demostración de afecto
Existe un mito común de que los gatos no son cariñosos. Sin
embargo, esto no podría estar más lejos de la verdad. Aunque los
gatos tienen una forma diferente de expresar su afecto en
comparación con los perros, eso no significa que no sean cariñosos.
Depende de la raza y la crianza, un
gato puede ser extremadamente afectuoso.
A diferencia de los perros, que ven a sus dueños como su
universo, los gatos son animales independientes y autosuficientes.
No dudarán en abandonarnos si les falta alimento o refugio. Sin
embargo, esto no significa que sean hostiles o distantes. Los gatos
tienen diversas formas de demostrar que disfrutan de nuestra
compañía, y una de ellas es frotando su cabeza y cuerpo contra
nosotros.
Cuando un gato se acerca lo suficiente para frotarse o permitir
que lo acariciemos, es una señal de que confía en nosotros y sabe
que no le haremos daño. El ronroneo también indica que el gato está
tranquilo y no le molesta nuestra presencia. Sin embargo, debemos
tener en cuenta que los gatos también ronronean cuando están bajo
estrés, por lo que es importante analizar su lenguaje corporal en
conjunto.
Es esencial comprender que, en la jerarquía social de los gatos,
ellos ocupan el rol dominante, y nosotros somos simplemente otros
animales con los que comparten su territorio. Les proveemos
alimento y ellos nos permiten vivir en su espacio. Entender este
rol dominante del gato es fundamental para una convivencia
armoniosa. Debemos respetar sus momentos de intimidad y prestar
atención a las señales que nos indican cuándo quieren ser
acariciados, jugar o descansar.
El marcaje territorial de los gatos
Los gatos son animales extremadamente territoriales. Consideran
que todo lo que se encuentra dentro de su territorio, ya sea
nuestra casa o los patios vecinos, les pertenece. Por lo tanto,
realizan un proceso de marcaje similar al que harían en la
naturaleza.
Aunque muchos creen que los gatos utilizan únicamente sus
glándulas anales para marcar su territorio, la realidad es que
utilizan más recursos. No es necesario que rocíen objetos para
marcarlos como propios. Los gatos suelen restregar su cuerpo contra
las cosas que consideran que les pertenecen, dejando impregnado su
olor. Esto incluye frotarse contra nosotros.
Además del marcaje visual, los gatos poseen glándulas en sus
almohadillas que secretan un olor que impregna sus posesiones. Por
lo tanto, cuando un gato nos masajea con sus patitas, está marcando
su propiedad. Incluso su pelaje, cerca del folículo piloso, secreta
un líquido aceitoso que también sirve para el marcaje. Por eso,
veremos que se frotan contra las cosas, especialmente cuando han
estado en contacto con personas o animales ajenos al hogar.
Cuando un gato frota su cabeza contra nosotros, además de ser un
saludo afectuoso, está dejando su olor en nosotros mediante las
glándulas que tiene a ambos lados de su cara. Esto es una forma de
marcar su pertenencia y demostrar que nos considera parte de su
familia.
La importancia de la comunicación en los gatos
La comunicación es fundamental en la relación entre humanos y
gatos. Los felinos utilizan diferentes formas de comunicarse, tanto
a través de sonidos como del lenguaje corporal. El ritual de frotar
su cabeza contra nosotros es una de las formas en las que los gatos
se comunican.
Los ronroneos, los silbidos, los gruñidos y los diversos
maullidos forman parte de la comunicación sonora de los gatos.
Cuando un gato pasa por nuestras piernas y ronronea, es una señal
de que necesita algo agradable. Si el ronroneo es uniforme y
vigoroso, significa que está experimentando máximo bienestar.
Además de la comunicación sonora, los gatos también utilizan el
lenguaje corporal para comunicarse. La posición de la cola y las
orejas, así como el amasamiento de las patas, son formas en las que
los gatos transmiten mensajes. Por ejemplo, una cola levantada
puede ser un saludo, mientras que si las orejas se aplastan hacia
atrás, puede indicar molestia o hostilidad.
El marcaje también es una forma de comunicación para los gatos.
Marcando objetos y personas, los gatos establecen la familiaridad y
pertenencia al grupo. Al frotarse entre nuestras piernas, nuestros
gatos nos están marcando como parte de su familia y compartiendo su
olor para que también nos identifiquemos con su territorio.