#Salud: ¿Por qué los médicos desaconsejan la depilación corporal completa?

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La depilación total se ha convertido en una
moda en muchos países. Cada vez más personas buscan eliminar por
completo el vello de piernas, axilas y zonas íntimas para conseguir
una piel suave y estética. Los métodos más usados son el
afeitado, la cera caliente o fría
y el láser. Pero esta tendencia preocupa a
dermatólogos y médicos, quienes alertan sobre las consecuencias que
puede tener la eliminación completa del vello.

Impacto en la salud de la piel y riesgos de infecciones

La
depilación corporal completa
hace a la piel
más frágil y expuesta. Durante procedimientos como el afeitado y la
cera, suelen producirse microtraumas, pequeñas
heridas invisibles a simple vista pero suficientes para alterar la
barrera cutánea. Estas lesiones abren la puerta a
patógenos como bacterias, virus y hongos.
Especialmente en áreas íntimas, donde la depilación
completa
es cada vez más frecuente, la piel queda
vulnerable frente a gérmenes externos y agentes infecciosos.

Las estadísticas muestran que quienes se depilan en exceso las
zonas genitales tienen una mayor probabilidad de sufrir infecciones
como herpes simple, estafilococo
y otras enfermedades de transmisión sexual (ITS).
Estos riesgos aumentan si se realiza la depilación justo antes de
mantener relaciones, ya que la piel aún estará irritada y sensible.
El vello no solo es una barrera física sino también un filtro
natural que reduce el contacto directo con agentes infecciosos.

No existe evidencia científica que justifique beneficios para la
higiene por eliminar totalmente el vello. Al contrario, estudios
recientes indican que la pérdida de esta protección natural
incrementa los casos de foliculitis, abscesos,
verrugas y transmisión de enfermedades. El problema es mayor en
personas con sistemas inmunitarios debilitados, que pueden sufrir
complicaciones graves por infecciones secundarias.

Foto Freepik

Efectos secundarios y contraindicaciones de los métodos de
depilación

Cada método de depilación lleva asociados riesgos y
complicaciones
propios. La cera caliente,
especialmente si se usa sin experiencia o higiene, puede causar
quemaduras, irritaciones severas, contaminación cruzada, ampollas y
en ocasiones infecciones profundas. La depilación con
cuchilla
suele provocar cortes, sarpullidos, pelos
encarnados y foliculitis, ya que daña la capa superficial de la
piel.

El láser, aunque presume de ser definitivo, no
está exento de problemas. Puede desencadenar manchas,
hiperpigmentación, o pequeñas quemaduras sobre todo en pieles
sensibles o en personas con historial de reacciones alérgicas. Los
productos químicos depilatorios pueden ser agresivos y causar
dermatitis o reacciones alérgicas intensas. El uso recurrente o
imprudente de estos métodos, sin respetar los tiempos de
recuperación cutánea, multiplica los efectos negativos.

Personas con enfermedades de la piel (como
eczema o psoriasis) o con inmunosupresión (por
fármacos o condiciones médicas) presentan un riesgo
considerablemente mayor de infecciones o complicaciones tras la
depilación.
Por eso los médicos insisten en que nunca debe eliminarse el vello
por completo en estos casos y se debe consultar siempre antes de
llevar a cabo un procedimiento.

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La importancia de la protección natural del vello

El vello corporal cumple funciones esenciales en la
protección de la piel. Actúa como
amortiguador físico contra el roce, evitando
irritaciones, rozaduras y la aparición de microheridas por fricción
(especialmente en zonas íntimas). Reduce el riesgo de infecciones
al evitar el contacto directo entre la piel y microorganismos
patógenos del ambiente, como bacterias y virus.

Otro papel clave es en la regulación de la
humedad
y la temperatura de diferentes
partes del cuerpo, creando un microambiente que dificulta la
proliferación de agentes externos. La eliminación total del vello
destruye estas defensas naturales, dejando a la piel indefensa
frente a agresiones externas y favoreciendo la aparición de
irritaciones crónicas o infecciones.

Cuando la protección natural del vello se debilita o se pierde,
la piel se vuelve más vulnerable y muchos problemas empiezan a
aparecer con más frecuencia. No solo aumentan los casos de
foliculitis, sino también las infecciones por bacterias como el
estafilococo y ciertos virus que aprovechan estas pequeñas heridas
para entrar en el cuerpo. Además, la piel sin vello puede
reaccionar mal a productos, tejidos o sustancias, lo que lleva a
alergias de contacto más seguidas.

Por todo esto, dejar al menos algo de vello ayuda a mantener la
piel más sana, reduce el riesgo de infecciones y evita molestias
que pueden complicarse con el tiempo. Aunque algunas personas
piensan que eliminar todo el vello mejora la higiene, la evidencia
médica sugiere lo contrario: el vello protege y cuidar esa barrera
natural es clave para la salud de la piel.

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