#Salud: por qué hacer mil cosas a la vez te hace menos productivo

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En la vida diaria, muchos sienten que hacer varias cosas a la
vez es sinónimo de eficiencia. Se celebra quién responde correos,
participa en reuniones y revisa redes sociales al mismo tiempo. Sin
embargo, la sensación de avanzar rápido es solo un espejismo. La
evidencia científica señala que el multitasking no solo
reduce la productividad, sino que también impacta
de manera negativa en la salud
mental
y la calidad de vida. Diversos estudios muestran que
nuestro cerebro no está diseñado para dividir su atención entre
múltiples tareas, sino para enfocarse en una sola cosa a la
vez
. Lo que parece una habilidad moderna termina siendo
una trampa que nos arrastra hacía más errores, estrés y
cansancio.

La
ilusión del multitasking y la realidad de nuestro
cerebro

El mito del
multitasking
sostiene que es posible avanzar en varias
actividades al mismo tiempo y rendir igual en todas. Pero en
realidad, el cerebro humano no puede concentrarse en más de una
tarea importante a la vez. Lo que hacemos se llama ‘task
switching’
: cambiamos rápidamente de una actividad a otra,
en un esfuerzo constante por mantener todo bajo control.

Estos cambios pueden compararse con un pulpo intentando agarrar
todo a la vez, pero perdiendo destreza con cada brazo. La
neurociencia revela que cada vez que dejamos una tarea para empezar
otra, nuestra mente paga un costo cognitivo alto.
Según estudios recientes, tras una interrupción se tarda cerca de
23 minutos en recuperar la concentración original.
Esto quiere decir que la falsa sensación de avanzar esconde, en
realidad, una pérdida de eficiencia y un
agotamiento mental profundo.

Cambios
de tarea y disminución de la productividad

El fenómeno del multitasking afecta la capacidad de atención,
multiplicando los errores y retrasando los resultados. Cada cambio
requiere que el cerebro ajuste su enfoque, lo que
suma minutos y fatiga con el paso del día. Investigaciones señalan
que la productividad puede caer hasta un 40% si se
alternan tareas de manera constante.

La diferencia se nota en lo cotidiano: una persona que
interrumpe su trabajo con notificaciones, llamadas y mensajes
pierde más tiempo en recomponer el hilo de lo que logra avanzar.
Además, este ciclo de distracción hace que se acumulen tareas
inconclusas y crezca la ansiedad ante
la falta de progreso real.

Impacto sobre la
memoria y el aprendizaje

Al alternar entre actividades, la atención se fragmenta y la
información no se procesa de manera profunda. Esto repercute tanto
en la memoria a corto plazo como en la
capacidad de aprendizaje a largo plazo. Para
estudiantes y niños, el multitasking representa un obstáculo grave:
reduce la habilidad de retener datos importantes y dificulta el
aprendizaje genuino.

Los expertos advierten que la saturación de estímulos y el paso
constante de una tarea a otra entrenan el cerebro a privilegiar lo
inmediato y superficial, dejando de lado la comprensión profunda y
los procesos de reflexión.

Efectos
del multitasking en la salud mental y el bienestar

El impacto de la multitarea no se limita al trabajo o al
estudio. Su huella se extiende al bienestar
emocional
y a la salud mental. Saltar entre tareas, sin
pausas ni momentos de presencia real, fuerza al cerebro hasta
límites poco sostenibles. Este estilo de vida incrementa la
sensación de estrés y cansancio crónico y reduce
la capacidad de disfrutar los momentos cotidianos.

Estudios recientes asocian la práctica continua del multitasking
con el aumento de los niveles de cortisol
(la
hormona del estrés
), la ansiedad y la percepción constante de
urgencia, factores que deterioran la calidad de vida con el
tiempo.

Foto Freepik

Estrés, ansiedad y
fatiga cognitiva

La multitarea favorece la sobrecarga mental. El cerebro, al
intentar adaptarse a tantas demandas, eleva el nivel de alerta y
agota su capacidad de respuesta efectiva. Los neurólogos detectan
que el multitasking persistente puede disminuir el
coeficiente intelectual de forma pasajera y
promover una sensación de agotamiento similar a la que se vive
después de una noche sin dormir.

La exposición constante a múltiples estímulos genera una
sensación continua de lucha contra el tiempo. La mente entra en un
estado de fatiga cognitiva, dificultando el
descanso y afectando el estado de ánimo.

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Relaciones
personales y calidad de vida

La multitarea también afecta la profundidad de las relaciones
interpersonales. Al dividir la atención durante una conversación,
se pierde la conexión emocional y la autenticidad.
Esto no sólo daña los lazos familiares o sociales, sino que también
reduce la capacidad de experimentar auténtico placer y disfrute en
el tiempo libre.

La sensación de estar siempre disponible y ocupado refuerza la
percepción de insuficiencia de tiempo, robando momentos de
presencia plena y satisfacción.

Monotarea
y estrategias para mejorar el enfoque

Frente a este panorama, la solución está en volver a la
monotarea y en aplicar hábitos que favorecen la
concentración. La evidencia busca centrarse en un solo objetivo que
mejora la calidad del trabajo y aporta mayor
bienestar.

Existen herramientas prácticas que ayudan a limitar las
distracciones y aumentar la productividad real.
Técnicas como la planificación por bloques de tiempo, el método
Pomodoro y la definición clara de prioridades marcan una diferencia
tangible en el día a día.

Hábitos para
favorecer la atención plena

Establecer períodos específicos para cada tarea ayuda a reducir
interferencias. El método Pomodoro propone
trabajar en intervalos de 25 minutos con descansos breves, ideal
para mantener la concentración y evitar el cansancio acumulado.

Tener espacios y momentos libres de dispositivos y
notificaciones, y empezar el día definiendo las tareas más
importantes (MIT)
, reduce la dispersión mental. Priorizar
lo esencial, en vez de ceder ante lo urgente, libera energía y
equilibra las jornadas.

Beneficios de hacer
una cosa a la vez

Practicar la monotarea potencia la creatividad
y da mayor sentido de logro. La persona que se concentra logra
avanzar más en menos tiempo, comete menos errores y eleva la
calidad de sus entregas, según confirman estudios recientes.

El enfoque sostenido reduce el estrés, mejora la memoria y
facilita la toma de decisiones. Además, fomenta una mayor
satisfacción personal
, ya que permite conectar de forma
más auténtica con los objetivos y las personas.

Al entender cómo funciona el cerebro y adoptar hábitos de
atención plena, cada uno puede romper la trampa del
multitasking
y reconquistar su productividad y bienestar.

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