Tras un accidente, es común que te sientas
bien al principio, pero con el tiempo empieces a notar dolores y
molestias. Esto no es solo un fenómeno físico;
tiene raíces en cómo funciona el cuerpo ante situaciones de estrés.
Entender este retraso es esencial para actuar a tiempo y evitar
complicaciones.

El efecto de la
adrenalina en el cuerpo
La adrenalina, también conocida como
epinefrina, es una hormona que
nuestro cuerpo libera en situaciones de peligro o estrés. Esta
respuesta automática puede ser útil para escapar
del peligro, pero también puede enmascarar problemas serios.
La adrenalina es una hormona
y neurotransmisor que tu cuerpo libera cuando
enfrenta una amenaza. Activa el “modo lucha o
huida”, aumentando el ritmo cardíaco, mejorando el flujo
sanguíneo y enfocando la atención. Esta respuesta puede ayudarte a
reaccionar rápidamente en situaciones críticas, como un
accidente.
Impacto de la adrenalina en la percepción del dolor
Cuando tu cuerpo libera adrenalina, disminuye tu sensibilidad al
dolor. Es como si tu cerebro apagara temporalmente
las señales de alarma para que puedas concentrarte
en un problema inmediato. Por eso, en el momento del accidente,
podrías sentirte “normal” incluso si has sufrido
lesiones graves. Pero una vez que los niveles de adrenalina
caen, el dolor puede manifestarse.
Lesiones
comunes que se presentan con retraso
Muchas lesiones no son visibles ni perceptibles de
inmediato. Incluso si no sientes dolor al principio, eso
no significa que no estés herido. Aquí te mostramos algunas de las
lesiones más comunes que suelen aparecer con retraso.
Latigazo cervical
El latigazo cervical es una de las lesiones más
comunes en accidentes de tráfico. Se produce cuando el cuello se
mueve rápidamente hacia adelante y hacia atrás, causando daños en
los tejidos blandos. Inicialmente, podrías no sentir dolor debido a
la adrenalina y la inflamación tardía. Sin embargo, horas o incluso
días después, puedes experimentar rigidez, dolor de cuello
y dolores de cabeza.
Contusiones y esguinces
Los golpes o movimientos bruscos durante un accidente pueden
causar contusiones y esguinces. Aunque la
inflamación tarda en desarrollarse, estos pueden resultar en dolor
y rigidez. Las áreas afectadas suelen sentirse sensibles al
tacto y con alguna pérdida de movilidad.
Lesiones internas
Las lesiones internas son más difíciles de
detectar, las cuales pueden ser daños en órganos,
hemorragias internas o incluso fracturas menores. Los
síntomas pueden incluir dolor abdominal, mareos o
moretones que aparecen más tarde. Estas lesiones son peligrosas
y requieren atención médica inmediata.
Señales para buscar
atención médica
No deberías ignorar ningún síntoma después de un accidente,
incluso si parecen menor al principio. Algunas señales indican que
puede haber problemas más serios.

Síntomas a tener en cuenta
Incluso si no sientes dolor de inmediato, siempre es una buena
idea consultar a un médico tras un accidente.
Muchas lesiones no son visibles a simple vista, y un examen médico
puede detectar problemas que podrían empeorar sin tratamiento.
Consejos para
el manejo del dolor retardado
La fisioterapia puede ser muy útil para tratar
dolores musculares y articulares. Un fisioterapeuta evaluará tus
necesidades y diseñará ejercicios para mejorar la movilidad,
reducir la inflamación y aliviar el dolor.
Medicamentos y cuidado en el hogar
- Usa analgésicos de venta libre como el
ibuprofeno o paracetamol para reducir el dolor. - Aplica hielo en las áreas inflamadas durante las primeras 48
horas. - Descansa lo suficiente y evita actividades que puedan agravar
la lesión. - Considera terapias alternativas como masajes o acupuntura si el
dolor persiste.
El dolor retardado tras un accidente no es algo que debas
ignorar. La adrenalina puede enmascarar temporalmente las lesiones,
lo que dificulta comprender tu condición real. Las evaluaciones
médicas inmediatas, junto con estrategias adecuadas de manejo del
dolor, pueden marcar una gran diferencia en tu recuperación. Si has
tenido un accidente, presta atención a los síntomas y busca ayuda
médica a tiempo. Tomar medidas a tiempo es la mejor manera de
cuidar tu salud.


