¿Eres de los que necesitan el sonido de la televisión para
conciliar el sueño? Aunque esta práctica pueda parecer inofensiva o
incluso relajante, dormir con la televisión encendida podría
afectar más de lo que crees a tu calidad de sueño y salud
general.
Dormir con la televisión encendida puede parecer reconfortante,
pero podría estar interfiriendo con tu descanso más de lo que
imaginas. La luz azul que emiten las pantallas,
como televisores o dispositivos electrónicos, suprime la producción
de melatonina, una hormona crucial que regula el ciclo del sueño y
que puede retrasar el inicio del sueño y alterar tu ritmo
circadiano.
Este tipo de sueño interrumpido muchas veces conduce a
despertares nocturnos y evita que entres en las etapas profundas
del descanso, donde el cuerpo realmente se recupera.
Las posibles razones detrás de este hábito
¿Por qué algunas personas no logran dormir sin la televisión
encendida? Hay varias explicaciones que podrían ayudar a entender
este comportamiento:
- Ansiedad o pensamientos intrusivos: la
televisión actúa como una distracción del ruido mental. En lugar de
acostarse en silencio, el sonido puede ayudar a calmar una mente
inquieta. - Tinnitus: aquellos que tienen zumbidos
constantes en los oídos pueden usar la televisión para enmascarar
ese ruido molesto y lograr conciliar el sueño. - Costumbre o rutina: en algunos casos, este
hábito se desarrolla simplemente porque siempre se ha hecho así.
Con el tiempo, se convierte en una rutina difícil de romper. - Miedo al silencio o la soledad: para quienes
encuentran el silencio perturbador, el ruido de fondo puede generar
una sensación de seguridad.
Por estas razones, apagar la televisión antes de dormir puede
parecer difícil, pero romper con este hábito es esencial para
mejorar la calidad de tu sueño.

Consecuencias para la salud
Si bien dormir con la televisión encendida puede parecer una
solución rápida para dormirte más rápido, a largo plazo, afecta tu
salud de distintas maneras:
Problemas cardiovasculares: dormir mal durante
mucho tiempo se asocia con un mayor riesgo de hipertensión y otros
problemas cardíacos, debido a la sobreestimulación del cerebro.
Aumento de peso: la falta de sueño afecta
hormonas como la leptina y la grelina, las cuales controlan el
hambre. Esto puede provocar mayor apetito y, con el tiempo, aumento
de peso.
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Problemas psicológicos: la privación de sueño o
un sueño de mala calidad genera irritabilidad, ansiedad y, en casos
más graves, depresión. Además, esos “sueños nerviosos” que provoca
la televisión encendida pueden contribuir a que te despiertes
sintiéndote más cansado.
Estrés crónico: al no descansar lo suficiente,
los niveles de estrés se elevan. Esto no solo afecta tu estado de
ánimo, sino también tu productividad y calidad de vida.
Alternativas más saludables
La buena noticia es que hay maneras de romper este hábito y
mejorar tu higiene del sueño. Aquí te damos algunas ideas:
- Usa una máquina de ruido blanco o sonidos
relajantes: si el silencio te resulta incómodo, considera
reproducir sonidos suaves como lluvia, olas del mar o incluso un
ventilador. - Crea una rutina nocturna sin pantallas:
intenta apagar la televisión y demás dispositivos una hora antes de
dormir. Puedes leer un libro, meditar o realizar ejercicios de
respiración para relajarte. - Oscuridad total en la habitación: la luz emite
una señal al cerebro de que es momento de estar despierto.
Asegúrate de que tu cuarto esté oscuro y fresco para fomentar un
sueño profundo. - Cambia progresivamente: si sientes difícil
apagar la televisión de inmediato, intenta reducir poco a poco el
tiempo que está encendida antes de acostarte.
Aunque cambiar tu rutina nocturna puede ser un desafío, los
beneficios de hacerlo son enormes, porque no solo mejora tu
salud física y mental, sino también tu bienestar general.
¿Te atreves a intentarlo? Pequeños ajustes, como apagar la
pantalla a tiempo o incorporar sonidos relajantes antes de dormir,
podrían brindarte el descanso pleno que llevas tiempo buscando.