Cuando se trata de alimentar a nuestros bebés, siempre buscamos
la manera más segura y saludable de hacerlo. Sin embargo, a menudo
recurrimos a prácticas que pueden no ser tan higiénicas como
pensamos. Un ejemplo común es soplar en la cuchara de bebé para
enfriar la puré antes de darle de comer.
Los riesgos de soplar en la cuchara de bebé
Soplar en la cuchara de bebé puede parecer una solución rápida y
conveniente para enfriar la puré, pero en realidad puede presentar
varios riesgos para la salud de nuestro bebé. A continuación, se
detallan algunos de los riesgos más comunes asociados con esta
práctica:

Transmisión de bacterias y gérmenes
Cuando soplamos en la cuchara de bebé, estamos expulsando
partículas de saliva que pueden contener bacterias y gérmenes que
pueden ser perjudiciales para la salud de nuestro bebé,
especialmente porque su sistema inmunológico aún está en desarrollo
y es más susceptible a las infecciones.
Contaminación de la comida
Además de transmitir bacterias y gérmenes, soplar en la cuchara
de bebé también puede contaminar la comida con partículas de
saliva. Esto puede introducir sustancias no deseadas en la puré, lo
cual puede afectar su sabor y calidad.
Riesgo de quemaduras
En algunos casos, soplar en la cuchara de bebé puede estar
relacionado con la temperatura de la comida. Si el puré está
demasiado caliente, soplar en la cuchara puede no ser suficiente
para enfriarla adecuadamente y existe el riesgo de que nuestro bebé
se queme al comerla.
Alternativas seguras para enfriar el puré
Afortunadamente, existen alternativas seguras y prácticas para
enfriar el puré de nuestro bebé sin recurrir a soplar en la
cuchara. A continuación, se presentan algunas opciones que podemos
considerar:

Dejar enfriar naturalmente: una opción simple y
efectiva es dejar que el puré se enfríe naturalmente a temperatura
ambiente antes de ofrecérsela a nuestro bebé, lo que puede llevar
unos minutos, pero asegura que la comida esté a una temperatura
segura y cómoda para su consumo.
Usar utensilios de enfriamiento: existen
utensilios especialmente diseñados para enfriar la comida de bebé
de manera segura, lo cuales suelen tener una base de gel
refrigerante que ayuda a mantener la temperatura de la comida baja
durante el tiempo suficiente para que podamos alimentar a nuestro
bebé sin preocupaciones.
Utilizar alimentos refrigerados: otra opción es
utilizar ingredientes refrigerados al preparar el puré. Por
ejemplo, podemos refrigerar los vegetales o frutas antes de
cocinarlos y luego mezclarlos para obtener el puré frío, y esto
puede ser especialmente útil durante los meses más cálidos cuando
buscamos opciones refrescantes para nuestro bebé.
Importancia de la higiene en la alimentación de nuestro
bebé
Además de evitar soplar en la cuchara de bebé, es fundamental
mantener una buena higiene en la alimentación de nuestro bebé. Aquí
hay algunas pautas clave que debemos seguir:
Lavar las manos: antes de preparar o alimentar
a nuestro bebé, siempre debemos lavarnos las manos a fondo con agua
y jabón, lo que nos ayudará a prevenir la propagación de gérmenes y
asegurar que la comida se mantenga limpia y segura.
Limpiar los utensilios y equipos: es importante
lavar y desinfectar adecuadamente los utensilios y equipos que
utilizamos para preparar la comida de nuestro bebé, esto incluye
cucharas, platos, vasos y cualquier otro accesorio que utilicemos
durante el proceso de alimentación.
Almacenar y desechar adecuadamente los
alimentos: siempre debemos almacenar los alimentos de bebé
en recipientes limpios y seguros, y asegurarnos de seguir las
instrucciones de almacenamiento adecuadas. Además, debemos desechar
cualquier comida sobrante que no se haya consumido para evitar la
proliferación de bacterias.


