La profecía de San Malaquías ha generado intriga en creyentes y
escépticos desde su aparición. Este texto, compuesto por 112 frases
en latín que describen a cada Papa desde Celestino II (1143) hasta
el final de los tiempos, ha sido relacionado recientemente con el
Papa Francisco. ¿Realmente estamos ante el último Papa y el fin
de Roma?
Se atribuye al arzobispo irlandés San Malaquías (1094-1148) una
lista enigmática conocida como “La Profecía de los
Papas”, redactada en el siglo XII. Según la historia, esta
lista fue “descubierta” y publicada en 1595 por el monje
benedictino Arnold Wion. Aunque algunos la consideran un fraude del
Renacimiento, otros creen que contiene mensajes divinos.

Cada Papa es descrito con una breve frase simbólica. Por
ejemplo, a Juan Pablo II se le asocia con “De labore solis” (Del
trabajo del sol), interpretado como una referencia a su nacimiento
durante un eclipse solar y su trabajo evangelizador por todo el
mundo. A Benedicto XVI, “Gloria olivae” (Gloria del olivo), se
vincula con la orden Benedictina, cuyo emblema incluye un
olivo.
El último lema, “Petrus Romanus” (Pedro el Romano), es el más
controvertido. En este se menciona que este Papa guiará a la
Iglesia durante tiempos de tribulación, y que, tras ello, Roma será
destruida antes del Juicio Final: “La ciudad de los siete
montes será destruida, y el temible juez juzgará a su pueblo.
Fin.”
¿Cuál es
la relación con el Papa Francisco?
De acuerdo con algunos intérpretes de la profecía, el Papa
Francisco sería el penúltimo líder de la Iglesia. Su lema en la
lista, “In persecutione extrema S.R.E. sedebit”,
refiere a un pontificado bajo persecución extrema de la Iglesia
Católica. Esta posible conexión ha revivido el temor de que
Francisco sea el predecesor del último Papa, Petrus
Romanus.
Aunque no hay evidencias científicas que respalden estas
predicciones, los acontecimientos actuales, como los desafíos
éticos y políticos que enfrenta la Iglesia, han provocado que
muchos vuelvan la mirada hacia esta profecía con interés y
preocupación.

¿Un
símbolo de tribulación o simple especulación?
La vida del Papa Francisco no ha estado exenta de dificultades.
Su enfoque en los pobres, el medio ambiente y las reformas dentro
de la Iglesia ha generado tanto apoyo como críticas. Además, la
salud del Papa ha sido tema de titulares en los últimos años,
intensificando las especulaciones de que su papado podría marcar
una transición hacia el cumplimiento de la profecía.
Sin embargo, también cabe preguntarse: ¿estamos viendo en estos
textos profecías verdaderas o simplemente frases adaptadas a los
eventos de la historia? La mayoría de los expertos considera las
profecías un reflejo más de las preocupaciones y creencias del
tiempo en que fueron publicadas que de un mensaje divino
genuino.
Petrus
Romanus: ¿Quién sería este último Papa?
La figura de Petrus Romanus alimenta debates y
teorías de todo tipo. Algunos sugieren que podría representar al
Papa que estará en Roma en el momento de una gran crisis, sin
necesariamente referirse a un individuo específico. Otros especulan
con la posibilidad de que sea un nuevo líder de raíces romanas o
incluso de origen Jesuita, dados los vínculos de Francisco con esta
orden.
En paralelo, resurgen conceptos como el “Papa negro”, un término
relacionado con el líder de los Jesuitas debido al color de su
sotana. Aunque este título nunca ha sido un rol oficial dentro de
la Iglesia, algunos lo han asociado con profecías sobre el fin de
los tiempos.
¿Mera
curiosidad histórica o advertencia seria?
Es importante recordar que el Vaticano nunca ha reconocido la
Profecía de San Malaquías como legítima. Para la Iglesia, las
revelaciones privadas (como esta) pueden ser inspiradoras, pero no
representan verdades de fe obligatorias. La fe católica se basa en
las enseñanzas del Evangelio, no en predicciones futuristas ni
misticismo.
Si bien estas frases en latín evocan misterio, la falta de
pruebas históricas sólidas sugiere que la profecía fue creada como
una herramienta política para influir en elecciones papales del
pasado. Su continua relevancia se debe más al interés popular que a
su autenticidad.
En un mundo marcado por la incertidumbre, estas profecías
funcionan como espejos donde cada generación proyecta sus temores y
deseos. Aunque las interpretaciones de estos textos suelen apuntar
a desastres inminentes, también existen lecturas que las ven como
llamadas a la reflexión y al cambio..
Entonces, ¿es Francisco el penúltimo Papa antes del fin de los
tiempos? Nadie lo sabe con certeza. Lo que está claro es que la
fascinación por esta profecía seguirá presente, recordándonos que
las historias que contamos sobre el futuro pueden decir mucho sobre
el presente en el que vivimos.


