El Reino Unido está conmocionado tras el caso de Nicholas
Prosper, un joven de 19 años que fue condenado a cadena perpetua
por un crimen atroz. Los hechos incluyen el asesinato de su
madre, su hermana, y su hermano, seguido de la
planificación de una masacre en su antigua escuela. Este caso no
solo revela una tragedia familiar, sino también una profunda
reflexión sobre los peligros de ciertos comportamientos
extremos.
Un crimen premeditado
Todo ocurrió en la madrugada del 13 de septiembre de 2024, en el
apartamento familiar en Luton, Inglaterra. Prosper utilizó un
arma de fuego y un cuchillo para llevar a cabo los
asesinatos. Su hermano Kyle, de 16 años, murió tras recibir más de
100 puñaladas, un detalle que muestra la brutalidad del ataque.
Lo más impactante es que este acto no fue impulsivo; debido a
que Prosper había pasado meses planeando cada paso. Según la corte,
su intención era clara desde el principio: asesinar a su familia en
horas tempranas de la mañana para luego trasladarse a su antigua
escuela, Saint Joseph’s Catholic School, y llevar a cabo un tiroteo
masivo. Allí, planeaba acabar con la vida de 30 niños
pequeños y dos maestros antes de suicidarse.
Los investigadores encontraron evidencia de que Prosper deseaba
alcanzar notoriedad. Admiraba al autor del tiroteo de Sandy Hook,
Adam Lanza, quien asesinó a undefined personas en 2012 en Estados
Unidos y buscaba superar esa atrocidad y “dejar su marca en
la historia“.
Antes del crimen, grabó vídeos donde aparecía con la ropa que
planeaba usar durante el ataque. Incluso practicó disparar a
objetos inanimados, preparándose para lo que sería su sangriento
plan. Una obsesión con el reconocimiento público lo empujó hacia
este camino destructivo.

Prosper, de 13, fueron encontrados muertos en su casa en Luton en
septiembre. Foto web
Lo que frustró sus planes
El ataque masivo en la escuela nunca se concretó, y todo se
debió al despertar inesperado de su madre. Juliana
Falcon, de 48 años, se levantó antes de lo previsto, frustrando la
cronología preparada por Prosper, lo que lo llevó a cometer los
tres asesinatos en un estado de improvisación antes del
amanecer.
A pesar de la interrupción de sus planes, las acciones del
adolescente dejaron cicatrices permanentes en su comunidad y
una profunda tristeza en quienes lo conocieron.
La sentencia y las palabras del juez
En febrero de 2025, Prosper se declaró culpable de todos los
cargos y recibió su sentencia de cadena
perpetua.
La jueza Bobbie Cheema-Grubb describió a Prosper como un
individuo motivado por el egocentrismo y la búsqueda de notoriedad.
“Deseabas emular a Adam Lanza y convertirte en alguien recordado
por la violencia y el terror”, afirmó durante el juicio.
Su sentencia busca enviar un mensaje contundente sobre las
consecuencias de este tipo de actos y, al mismo tiempo, brindar
algo de justicia para las víctimas y sus allegados.
La ciudad de Luton todavía lucha por procesar lo ocurrido,
porque perder tres vidas en un acto tan violento y enfrentarse a la
posibilidad de algo aún peor, como un tiroteo escolar, ha dejado a
la comunidad en duelo. Las familias, amigos y profesores afectados
por los planes de Prosper ahora enfrentan un largo camino hacia la
sanación.
Mientras tanto, la condena de Prosper sirve como un recordatorio
sombrío de lo que puede suceder cuando alguien lleva al extremo sus
pensamientos destructivos sin encontrar intervención o apoyo.