La enfermedad de Alzheimer es una de las
afecciones neurodegenerativas más temidas, ya que impacta
directamente en la capacidad cognitiva y la autonomía de quienes la
padecen. Sin embargo, contrariamente a la creencia popular, esta
dolencia no surge de la noche a la mañana, sino que presenta una
serie de indicios previos que pueden alertar sobre su posible
desarrollo. Identificar estos síntomas iniciales es fundamental
para recibir un diagnóstico temprano y, en consecuencia, acceder a
un tratamiento y acompañamiento adecuados.
Repetición incesante de
historias
Una de las señales más características del inicio de la
enfermedad de
Alzheimer es la tendencia a relatar una y otra vez los mismos
hechos o anécdotas. Esta conducta, lejos de ser un simple tic de
lenguaje, refleja la dificultad que experimenta la persona para
retener nuevas informaciones y consolidarlas en su
memoria a largo plazo.

“Contar una y otra vez la misma historia es un claro indicador
de que algo no está funcionando correctamente en el procesamiento y
almacenamiento de los recuerdos”, explica el Dr. Filip Barinka,
jefe del gabinete de neurología geriátrica del Instituto Suizo de
Neurociencias Clínicas de Zúrich.
Dificultades en tareas
cotidianas
Otra manifestación frecuente en las etapas iniciales de la
enfermedad de Alzheimer es la incapacidad para llevar a cabo tareas
domésticas sencillas que antes se realizaban sin problemas. Desde
encender el horno hasta seguir una receta de cocina, pasando por
jugar a las cartas o utilizar correctamente el control remoto,
estas actividades rutinarias se vuelven un verdadero desafío para
quienes comienzan a padecer Alzheimer.
“Cuando una persona empieza a equivocarse repetidamente en
labores que solía ejecutar sin dificultad, es importante prestar
atención y considerar la posibilidad de una afección
neurodegenerativa”, advierte el experto.
Descuido de la
apariencia personal
Otro indicio que no se debe desestimar es el abandono progresivo
del cuidado personal. Personas que antes se preocupaban por su aseo
y presentación pueden empezar a descuidar su apariencia, sin
reconocer siquiera este cambio de comportamiento.
“Cuando alguien deja de ducharse con regularidad o de arreglarse
como solía hacerlo, y además niega este deterioro en su aspecto, es
una señal que debe alertarnos sobre un posible inicio de
Alzheimer”, comenta el Dr. Barinka.
Problemas
de orientación y ubicación de objetos

La desorientación y la dificultad para ubicar objetos familiares
en el hogar son también síntomas que suelen preceder al diagnóstico
de Alzheimer. Quienes padecen esta enfermedad tienden a extraviar
pertenencias con mayor frecuencia, e incluso llegan a acusar
injustamente a otras personas de haberlas sustraído.
“Perder cosas constantemente y culpar a los demás por ello es un
comportamiento que debe encender las alarmas, ya que sugiere
problemas en la memoria y la capacidad de localización”, advierte
el experto.
Repetición de
preguntas
Un signo aparentemente sutil, pero que no debe pasarse por alto,
es la tendencia a repetir las mismas preguntas, incluso cuando se
ha proporcionado la respuesta con anterioridad. Esta conducta
refleja dificultades en la retención de información reciente y pone
de manifiesto los primeros indicios de deterioro cognitivo.
“Cuando alguien pregunta varias veces lo mismo, a pesar de haber
obtenido ya la información, es un síntoma que no debe ignorarse,
independientemente de la edad de la persona”, subraya la Dra. Maï
Panchal, de la Fundación Vencer al Alzheimer.
Manejo deficiente de las
finanzas
Las dificultades para gestionar correctamente las
finanzas personales, como realizar transferencias bancarias o
pagar facturas a tiempo, también pueden ser señales de alerta en el
inicio de la enfermedad de Alzheimer.
“Tener problemas para controlar el dinero y cumplir con las
obligaciones financieras es un indicador que no se debe pasar por
alto, ya que sugiere problemas cognitivos que pueden estar
relacionados con el Alzheimer”, advierte el Dr. Barinka.
Importancia del
diagnóstico precoz
Tal como señalan los expertos, reconocer a tiempo estos
comportamientos típicos del comienzo de la enfermedad de Alzheimer
es fundamental, ya que permite acceder a un diagnóstico y un
tratamiento oportunos. Cuanto más temprano se identifiquen los
síntomas, mayores serán las posibilidades de ralentizar el avance
de la dolencia y mejorar la calidad de vida del paciente.
“Muchas personas creen que el Alzheimer aparece de repente, pero
la realidad es que hay una serie de señales previas que pueden
detectarse si se presta atención. Y entre más pronto se actúe,
mejores serán los resultados”, concluye el Dr. Barinka.


