Los aranceles impuestos por Donald Trump han sacudido
profundamente los mercados financieros, afectando especialmente a
gigantes tecnológicos que, en algún momento, apoyaron su
administración. Con grandes perdidas en un corto periodo, este
movimiento económico ha generado una ola de inestabilidad y
cuestionamientos sobre su impacto a largo plazo.
Las
pérdidas millonarias que estremecieron a las
tecnológicas
El pasado 4 de abril de 2025 se convirtió en un día negro para
los mercados financieros. El anuncio de aranceles adicionales por
parte de Trump, dirigidos a todas las importaciones chinas, provocó
una caída masiva en Wall Street. Mientras el S&P
500 se desplomaba un 4.8%, el índice tecnológico
Nasdaq Composite perdió un alarmante 6%. En total,
Bloomberg estimó que más de 208 mil millones de
dólares desaparecieron en un solo día.
Asimismo, Forbes reportó pérdidas aún mayores al incluir los
efectos en los principales empresarios del mundo, con un impacto
negativo de 270 mil millones de dólares en los
patrimonios de los más ricos. Grandes nombres como Mark
Zuckerberg, Jeff Bezos y Elon
Musk se encontraban entre los más afectados.
Mark Zuckerberg, por ejemplo, sufrió un recorte de 17.9
mil millones de dólares en su valor neto tras una caída
del 9% en las acciones de Meta. Por su parte, Jeff
Bezos perdió 16 mil millones de dólares,
mientras Amazon también veía un desplome similar en sus acciones.
En el caso de Elon Musk, aunque Tesla registró una baja menor del
5%, esto significó una pérdida de 8.7 mil
millones.

Un golpe para el
lujo y la fabricación
Las repercusiones no se limitaron al sector tecnológico. La
industria del lujo, representada por marcas como
LVMH, también sufrió pérdidas sustanciales.
Bernard Arnault, considerado uno de los hombres más ricos del
mundo, vio caer su fortuna en 8.6 mil millones de
dólares debido a una disminución del 6% en las acciones de
su conglomerado. Esta situación destaca cómo los aranceles de Trump
no sólo impactaron a las multinacionales tecnológicas, sino a
cualquier sector con dependencia significativa del comercio
global.
Por otro lado, compañías como Microsoft,
Apple y Dell también registraron
enormes caídas debido a su alta dependencia de piezas de hardware
fabricadas fuera de Estados Unidos. En particular, Apple perdió
314 mil millones de dólares en valor de mercado,
demostrando la magnitud del efecto sobre la economía global.
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China responde con
fuerza
Como era de esperarse, la respuesta por parte de China no tardó
en llegar. Cómplice del aumento de la tensión económica, el país
asiático contraatacó con la imposición de tarifas recíprocas, lo
que intensificó el miedo en los mercados, llevando al Dow
Jones Industrial Average y otros índices clave a cerrar
con sus peores resultados consecutivos desde la pandemia de
COVID-19. Incluso el Nasdaq entró oficialmente en un mercado
bajista.
Estas tarifas no sólo afectaron la confianza de los inversores,
sino que también desencadenaron un reajuste de carteras de
inversión y un marcado nivel de volatilidad, lo que dejó a muchos
preguntándose: ¿valió la pena?
¿Camino a la
inflación?
El presidente de la Reserva Federal, Jerome
Powell, advirtió sobre posibles aumentos inflacionarios
como resultado de los nuevos impuestos. Sin embargo, aseguró que el
organismo no planea actuar apresuradamente. Mientras tanto,
expertos económicos aseguran que las políticas comerciales actuales
corren el riesgo de convertirse en insostenibles, especialmente si
otros países optan por medidas similares en represalia.
En este escenario, Donald Trump ha señalado que China está
“reaccionando de manera errónea”. No obstante, el impacto económico
ya ha desatado conversaciones sobre posibles acuerdos comerciales
con países como Vietnam, India e Israel, en busca de alternativas
que mitiguen el daño generado por los aranceles.