#Salud: Los 6 alimentos que tu estómago necesita urgentemente cuando hay diarrea

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La diarrea es un trastorno digestivo muy frecuente, casi siempre pasajero, pero que puede causar deshidratación y pérdida de nutrientes en pocas horas. El intestino está irritado, trabaja más rápido de lo normal y no consigue absorber bien el agua ni las sales minerales, por eso necesita descanso, mucha hidratación y una alimentación blanda que lo calme.

Cómo debe ser la dieta cuando hay diarrea: suave, astringente e hidratante

Una dieta astringente se basa en alimentos de fácil digestión, bajos en grasa y con poca fibra insoluble. Se toman en porciones pequeñas repartidas a lo largo del día, para no saturar el intestino y facilitar que el cuerpo aproveche cada bocado. El objetivo es dar energía sin irritar, compactar las heces y permitir que la mucosa intestinal se recupere.

Al mismo tiempo, la hidratación es clave. La pérdida de agua y electrolitos puede ser rápida, sobre todo en niños y personas mayores. Por eso se recomiendan agua a pequeños sorbos, caldos desgrasados, limonada alcalina preparada en casa y, cuando la diarrea es más intensa, soluciones de rehidratación oral que aportan sales y glucosa en la proporción adecuada. Conviene evitar lácteos enteros, fritos, azúcares refinados, comidas muy condimentadas o picantes y un exceso de frutas y verduras crudas, ya que aumentan la irritación intestinal. En la mayoría de los casos, esta pauta se mantiene entre 24 y 48 horas y se amplía poco a poco conforme el paciente mejora.

Los 6 alimentos que tu estómago necesita urgentemente cuando hay diarrea

Estos seis alimentos forman la base de la dieta blanda cuando aparece diarrea. Son suaves, casi siempre bien tolerados, ayudan a reponer energía y apoyan la recuperación del intestino sin forzarlo.

Arroz blanco hervido para calmar el intestino y dar energía

El arroz blanco hervido es un clásico en la dieta astringente. Aporta carbohidratos que dan energía, tiene muy poca grasa y casi no contiene fibra insoluble, lo que se traduce en fácil digestión. Su almidón colabora en compactar las heces y puede ayudar a reducir la frecuencia de las deposiciones. Se puede tomar solo, acompañado de un poco de zanahoria cocida o mezclado con caldo desgrasado. En los primeros momentos conviene servir raciones pequeñas y masticar despacio para que el estómago trabaje menos.

Plátano maduro para reponer potasio y evitar la deshidratación

El plátano maduro es una fruta muy interesante en estos episodios. Su textura es suave para el intestino y aporta potasio y otros electrolitos que se pierden con las heces líquidas, lo que ayuda a la reposición de minerales. Su fibra soluble capta agua en el intestino y mejora la consistencia de las heces. Resulta más recomendable cuando está bien maduro, con la pulpa blanda, y se puede tomar chafado con un tenedor si cuesta masticar. Es mejor evitar mezclarlo con leche u otros lácteos enteros para no dificultar la digestión.

Manzana en compota para cuidar la mucosa intestinal

La compota de manzana sin piel y bien cocida es otro pilar de la dieta durante la diarrea. La manzana aporta pectina, una fibra soluble que ayuda a regular el tránsito intestinal y favorece una recuperación más rápida. En forma de compota ofrece fácil digestión y resulta más suave que la fruta cruda. Además, suma vitamina C y antioxidantes que apoyan al sistema inmunitario. Lo más adecuado es evitar la piel y también los preparados con mucho azúcar añadido, que podrían aumentar la fermentación intestinal.

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Foto Freepik

Zanahoria bien cocida para proteger el intestino

La zanahoria cocida es un alimento amable con el aparato digestivo. Cuando se cocina bien, o se presenta en puré, es suave para el estómago y contribuye a nutrir las paredes intestinales. Su contenido en vitamina A y antioxidantes ayuda a reforzar las defensas, algo muy útil en procesos diarreicos. Su fibra soluble también favorece una mejor consistencia de las heces. Debe tomarse sin salsas grasas, sin frituras y con condimentos muy suaves, para no sumar irritación al intestino.

Pan tostado blanco para aportar carbohidratos sin irritar

El pan tostado de harina blanca aporta carbohidratos que dan energía sin sobrecargar el sistema digestivo. Al tostarlo, la textura se vuelve más seca y algunas personas lo toleran mejor que el pan blando. Es preferible elegir pan sin semillas ni harinas integrales, ya que la fibra insoluble podría acelerar el tránsito intestinal. Se puede acompañar de un poco de membrillo suave o de compota, evitando mantequilla, margarinas o embutidos, para mantener una dieta blanda coherente con la recuperación del intestino.

Pollo a la plancha o hervido para recuperar proteínas

El pollo sin piel, cocinado a la plancha suave o hervido, ofrece proteínas de fácil digestión que ayudan a mantener la masa muscular y apoyar la recuperación tras varios días de malestar. Durante la diarrea se pierden nutrientes y el cuerpo se siente más débil, por lo que una ración pequeña de pollo puede ser un buen refuerzo. Debe prepararse sin frituras, sin salsas grasas y sin condimentos picantes, para proteger la mucosa intestinal. Combinarlo con arroz blanco o zanahoria cocida da lugar a un plato sencillo, completo y bien tolerado por la mayoría de estómagos sensibles.

Qué líquidos y hábitos acompañan a estos alimentos para cortar la diarrea

Estos alimentos funcionan mejor si se acompañan de una hidratación constante y de hábitos suaves para el intestino. Es preferible beber agua a pequeños sorbos de forma frecuente, añadir caldos desgrasados, limonada alcalina e infusiones suaves como manzanilla o menta. En niños, personas mayores o diarreas muy abundantes, las soluciones de rehidratación oral ayudan a mantener el equilibrio de sales y glucosa. A nivel de rutina, conviene comer pequeñas cantidades varias veces al día, respetar el apetito, descansar y evitar lácteos enteros, fritos, azúcares refinados, comida rápida y picante, que tienden a empeorar el cuadro. Ante signos de alarma como fiebre alta, sangre en las heces, dolor abdominal intenso o diarrea que dura más de dos o tres días, se debe buscar valoración médica sin retrasos.

En etapas de diarrea, el organismo agradece el reposo digestivo, los líquidos y unos pocos alimentos sencillos, como el arroz blanco, el plátano maduro, la compota de manzana, la zanahoria cocida, el pan tostado y el pollo hervido o a la plancha suave. La persona que evita la comida grasa y muy condimentada, observa la aparición de signos de deshidratación y consulta si algo no cuadra, cuida su estómago y favorece una recuperación más rápida y segura.

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