Las manchas de la piel pueden venir del sol, del acné, de la edad o de cambios hormonales. Cuesta que desaparezcan y eso frustra. Por esa razón, elegir buenos activos despigmentantes marca la diferencia. Aquí verás cinco ingredientes clave.
La hiperpigmentación ocurre cuando la piel produce más melanina de la cuenta y esta se acumula en zonas concretas. Ningún producto borra las manchas de un día para otro. Hace falta constancia, protector solar diario y paciencia. Si hay melasma, manchas muy oscuras o irritación, conviene acudir al dermatólogo.
Niacinamida: el activo suave que unifica el tono sin irritar
La niacinamida es una forma de vitamina B tres que se ha vuelto muy popular para tratar manchas. Ayuda a reducir la transferencia de pigmento, calma la inflamación y refuerza la barrera de la piel. Es un activo amable, ideal si empiezas una rutina para unificar tono.
Ácido tranexámico
Estos dos ácidos son muy apreciados por dermatólogos para tratar melasma y manchas marcadas. El ácido tranexámico resulta interesante si tienes melasma o manchas irregulares que no responden a otros productos. Suele usarse por la noche, unas pocas veces por semana. Siempre se acompaña de protector solar y se suspende ante enrojecimiento intenso.
Ácido elágico
El ácido elágico es un antioxidante de origen vegetal que ayuda a bloquear parte de la formación de melanina. Protege frente al daño del sol y de la contaminación. Puede funcionar bien en pieles que no toleran ácidos más fuertes y prefieren un enfoque suave.
Retinol y ácido azelaico: renovación y calma para una piel más uniforme
El retinol es un activo potente y eficaz si se usa con cabeza. Ayuda con manchas de sol y textura irregular, útil también cuando quieres prevenir signos de edad. Se aplica solo por la noche y al día siguiente nunca debe faltar un buen fotoprotector.
El ácido azelaico es versátil. Reduce manchas, calma rojeces y mejora los brotes de acné. Encaja bien en pieles grasas, mixtas o sensibles. Suele tolerarse sin problemas, por eso muchas personas lo usan como tratamiento base cuando otros activos se sienten demasiado fuertes.
Cada uno de estos cinco activos aporta un beneficio claro. La niacinamida unifica y fortalece, el ácido tranexámico y el ácido elágico se centran en las manchas oscuras, el retinol renueva y el ácido azelaico calma. No existe un producto perfecto para todos. Lo importante es adaptar la rutina a tu tipo de piel, protegerte del sol cada día y, si puedes, hacerlo con la guía de un dermatólogo.