La mentira es tan vieja como el propio lenguaje. Pero ahora, la
inteligencia artificial (IA) levanta el velo sobre el modo en que
los mentirosos intentan salirse con la suya. El análisis masivo de
conversaciones permite a los sistemas inteligentes notar patrones y
detectar esas palabras que, sin darnos cuenta, usan muchas personas
al mentir. ¿Quieres descubrir cuáles son esas palabras que pueden
delatar una mentira?

La IA procesa millones de mensajes y conversaciones para buscar
coincidencias y patrones repetidos, encontrando esas palabras que
aparecen una y otra vez entre quienes intentan ocultar la verdad.
Lo que antes podía ser solo una sospecha, ahora se sostiene con
datos reales. El objetivo no solo es mostrar qué palabras usan más
los mentirosos, sino entender por qué lo hacen y cómo intentan
manipular la percepción de quien les escucha.
Cuando alguien miente suele sentir presión, nervios o miedo a
ser descubierto. Para lidiar con eso, busca palabras que generen
confianza, aporten firmeza o le den margen para salir del apuro. El
resultado son frases y términos muy específicos, muchas veces
usados sin que el mentiroso lo note.
Las 8 palabras favoritas de los mentirosos
Palabras como “honestamente”, “te lo
juro”, “nunca”,
“siempre”, “de verdad”,
“créeme”, “no recuerdo” y
“es complicado” se repiten entre quienes buscan
engañar. Cada una cumple una función en el intento de convencer al
otro, de evitar detalles concretos o de esquivar el foco de la
pregunta directa. La IA no solo ha listado estas palabras, sino que
ha explicado su significado en el juego del engaño.
La expresión “honestamente” o “para ser
sincero” suena como una invitación a confiar, pero la
estadística muestra que muchas veces quien lo dice busca camuflar
una mentira. Cuando alguien repite “te lo juro” o
“créeme”, intenta crear una sensación de urgencia
y confianza, como si subrayar su palabra fuera prueba de
sinceridad. Pero la insistencia, según los algoritmos, indica
inseguridad o intento de manipulación.
El uso de “nunca” y “siempre”
aparece en discursos que buscan eliminar dudas: son palabras que
pintan la realidad en blanco y negro. Sin embargo, la vida
normalmente ocurre en tonos grises y los extremos rara vez son
ciertos. Los mentirosos emplean estas palabras para sonar seguros y
eliminar cualquier ambigüedad, pero en realidad están lanzando
señales de alerta: la certeza absoluta rara vez tiene lugar cuando
hablamos con sinceridad.
Igual pasa cuando alguien dice “no recuerdo” o
repite “es complicado” ante preguntas directas.
Esas frases no aportan datos, solo sirven para evitar una respuesta
que podría comprometer al hablante. La negación rotunda o la
evasión revelan miedo a ser descubierto o la necesidad de esquivar
temas incómodos. No es casualidad que la IA las marque como señales
clásicas de engaño.

Palabras para ganar tiempo y evitar la responsabilidad
Muchos mentirosos usan palabras imprecisas como
“eso”, “aquello” o frases como
“esa situación”. Este tipo de términos vagos
permiten no dar detalles. También se suelen escoger verbos como
“creo” o “me parece” para dejar
abierta la puerta a una futura rectificación si se les
desenmascara. Estas palabras funcionan como salvavidas ante el
riesgo de quedar atrapados en sus propias mentiras.
Otro clásico es el uso excesivo de frases como “por
supuesto” o preguntas del tipo “¿por qué
mentiría?”. Este tipo de recursos no aportan información
real, pero buscan desviar la atención y generar en el oyente una
sensación de descuido, como si la pregunta misma fuera absurda. Sin
embargo, la IA detecta que estas frases aparecen más en boca de
mentirosos que en personas que cuentan la verdad.
El uso de la inteligencia artificial para detectar mentiras no
es infalible, pero sí sirve como herramienta útil cuando se combina
con la interpretación humana y la observación de gestos y tono de
voz. Los algoritmos procesan miles de conversaciones, comparan
patrones e identifican aquellos términos que, sumados a otros
comportamientos verbales y no verbales, pueden sugerir falta de
sinceridad.
Cada uno de nosotros puede aprovechar este conocimiento para
estar atento si algo huele raro en una conversación. Si notas que
alguien usa seguido esas palabras en situaciones sospechosas, vale
la pena prestar más atención a los detalles y revisar la historia
con cuidado.
Hoy la IA trae a la mesa datos reales y te da una ventaja:
fijarte en el lenguaje para descubrir mejor las intenciones de los
demás. Si escuchas mucho “honestamente” o
“te lo juro” cuando algo no cuadra, tienes motivos
para estar alerta. La clave está en escuchar con atención,
preguntar sin miedo y observar los detalles. La mentira puede ser
un arte, pero también tiene sus huellas.


