#Salud: La sorprendente razón por la que algunas personas nunca tienen resaca

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¿Por qué algunas personas despiertan después de una noche de
copas sintiéndose como si nada hubiera pasado, mientras que otras
luchan para levantarse de la cama? El misterio de la
resaca

ha intrigado a científicos y médicos durante décadas. Aunque parece
injusto, la razón detrás de esta diferencia no es que alguien haya
descubierto una receta mágica, sino que las respuestas están, en
gran parte, escritas en los genes.

La clave está en la
genética

Uno de los factores principales es la enzima alcohol
deshidrogenasa (ADH)
, presente en el
hígado
. Esta enzima es responsable de descomponer el alcohol en
el cuerpo. En algunas personas, la actividad de ADH es más rápida,
lo que significa que el alcohol se convierte rápidamente en
acetaldehído, un compuesto químico tóxico. Sin embargo, si también
cuentan con otra enzima que neutraliza este compuesto de manera
eficiente, el efecto tóxico es mínimo y la resaca
se reduce o incluso llega a no manifestarse.

Por otro lado, quienes tienen menor actividad de estas enzimas
sufren el impacto directo del acetaldehído acumulado, lo que
provoca los síntomas clásicos de una resaca: dolor
de cabeza, náuseas, sed extrema y fatiga.

El
metabolismo y su impacto en cómo se procesa el alcohol

No solo entran en juego las enzimas hepáticas. También se ha
encontrado que el ritmo metabólico general afecta
la forma en que se procesa el alcohol. Los individuos con un
metabolismo más acelerado tienden a eliminar el alcohol más
rápidamente de su sistema, minimizando los efectos secundarios.

Además, investigaciones recientes señalan que hasta un
25% de los grandes bebedores
podrían no experimentar
resacas con frecuencia, y esto está, en la mayoría de los casos,
relacionado con su predisposición genética. Aunque es importante
destacar que el hecho de no sentir una resaca no significa que el
cuerpo no esté afectado por el consumo excesivo
de alcohol
.

La personalidad también
importa

Curiosamente, no todo se trata de genética o del hígado.
La personalidad puede influir en la severidad de
una resaca. Estudios han demostrado que las personas con
carácteres ansiosos o neuroticismo elevado tienden
a experimentar síntomas más severos tras beber, posiblemente debido
a una mayor sensibilidad o percepción del malestar físico. Por el
contrario, aquellos con una disposición más tranquila podrían ser
menos propensos a intensificar los efectos de la resaca.

Foto Freepik

La manera de beber
hace la diferencia

Otro punto importante es cómo se consume el
alcohol
. Beber lentamente y acompañar las bebidas con
alimentos ayuda a regular la velocidad con la que el cuerpo procesa
el alcohol. También se sabe que mantener una buena hidratación
durante y después de beber puede mitigar los efectos negativos.

Además, mezclar varios tipos de alcohol o beber con el estómago
vacío puede ser una fórmula segura para despertarse con una resaca
importante. Las personas que tienden a evitar estas prácticas
suelen tener un mejor manejo de los síntomas.

La
respuesta inmunológica: un factor sorprendente

El rol del sistema inmune en las resacas no siempre es evidente,
pero el alcohol desencadena una respuesta
inflamatoria
en el cuerpo. Esta respuesta puede incluir la
liberación de sustancias químicas que provocan los síntomas
asociados a la resaca, como dolor de cabeza, náuseas y fatiga. Así,
las personas con un sistema inmune menos reactivo pueden evitar el
peor impacto de estos síntomas.

Edad, género y
otros factores adicionales

La edad y el género también pueden influir en la severidad de la
resaca. Por ejemplo, se ha observado que los hombres jóvenes,
especialmente aquellos entre 18 y 25 años, suelen
reportar resacas más intensas en comparación con las mujeres de la
misma edad. Con el paso de los años, la capacidad del hígado para
metabolizar alcohol tiende a disminuir, lo que explica por qué las
resacas pueden hacerse más intensas en la adultez.

Una mezcla única de
factores

No existe una única razón por la que algunas personas nunca
experimentan una
resaca
. La combinación de genética, metabolismo,
hábitos de consumo y características individuales

determina cómo cada cuerpo reacciona al alcohol. Aunque esas
personas afortunadas parecen inmunes, es fundamental recordar que
evitar una resaca no significa que el alcohol no afecte la
salud.

Para aquellos que son más propensos a las resacas, adoptar
hábitos inteligentes al beber, como mantener una
buena hidratación, evitar mezclas excesivas y consumir alcohol con
moderación, puede marcar una gran diferencia. Al final, conocer el
cuerpo y respetar sus límites es la clave para disfrutar sin
consecuencias negativas.

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