La conexión entre la
salud mental y la salud física es cada vez más
evidente. Se ha descubierto que el estrés y la ansiedad pueden
manifestarse en el cuerpo a través de diferentes síntomas,
incluyendo dolores de cabeza, problemas digestivos e
incluso picazón en la piel.

El estrés y la
piel: una relación íntima
La piel y el sistema nervioso están
estrechamente relacionados, ya que comparten un origen embrionario
común. Por lo tanto, no es sorprendente que el estrés y la
ansiedad puedan influir en la salud de nuestra piel. La
doctora Paula Luna, médica especialista en
Dermatología, explica que muchas de las causas de
picazón en la piel pueden estar relacionadas con el estrés o la
ansiedad. Además, algunas condiciones
dermatológicas que cursan con picazón intensa, como la
dermatitis atópica y la urticaria, pueden generar
estrés adicional debido a la incomodidad que causan.
Es importante tener en cuenta que antes de atribuir la picazón a
causas psicológicas, los médicos deben descartar
otras posibles causas, como enfermedades
dermatológicas, infecciones de la piel,
medicamentos o enfermedades sistémicas. Es fundamental
realizar un diagnóstico preciso para ofrecer el tratamiento
adecuado.
La picazón como
manifestación del estrés
Para algunas personas, el estrés y la ansiedad pueden
desencadenar una picazón excesiva en la piel, que se manifiesta en
forma de erupciones, urticaria, eccema, psoriasis y
acné. Estas afecciones dermatológicas pueden empeorar o
aparecer debido a la tensión emocional que
experimentamos. El doctor Rolando Salinas, jefe del Servicio de
Salud Mental del Hospital Alemán, destaca que aproximadamente el
30% de los pacientes dermatológicos presentan un componente
psicológico predominante en su condición.
La licenciada Eva Rotenberg, psicoanalista de la Asociación
Psicoanalítica Argentina, menciona que el estrés y el
trauma pueden manifestarse en enfermedades de la piel, como la
dermatitis atópica en niños. Observó
casos en los que los niños se rascaban compulsivamente la
piel como una forma de descargar su angustia. Esto
demuestra que cuando no podemos expresar nuestras emociones de
manera adecuada, nuestro cuerpo puede manifestarlas a
través de enfermedades o síntomas físicos.
La importancia de un
enfoque integral
La relación entre el estrés y la picazón en la piel es evidente,
pero no debemos olvidar que existen múltiples factores que
influyen en nuestra salud dermatológica. La piel es un
órgano complejo que puede ser afectado por diversos elementos, como
la genética, el medio ambiente y los hábitos de cuidado
personal.
El médico psicoanalista y psiquiatra, doctor
Jorge Ulnik, señala que la piel y el cerebro tienen un
origen embriológico común, lo que implica que están
conectados y se envían constantemente mensajes. Además, destaca que
el factor psicógeno puede desempeñar un papel
predominante en el 30% de los pacientes dermatológicos. Por lo
tanto, es fundamental abordar los aspectos emocionales y
psicológicos junto con el tratamiento dermatológico para
obtener resultados óptimos.
Estrategias
para el manejo del estrés y la picazón
El manejo del estrés es clave para controlar la picazón en la
piel y mejorar nuestra salud en general. Aquí hay algunas
estrategias que pueden ser útiles:
Terapia psicológica
La terapia psicológica, como la terapia cognitivo-conductual,
puede ser beneficiosa para desarrollar habilidades de
afrontamiento y manejo del estrés. Un
terapeuta puede ayudarte a identificar y
abordar las fuentes de estrés en tu vida, así como a
gestionar tus emociones de manera más saludable.
Técnicas de relajación
Practicar técnicas de relajación, como la respiración
profunda, la meditación, el yoga o el tai chi, puede
reducir los niveles de estrés y promover la calma mental. Estas
actividades pueden ayudar a disminuir la intensidad de la
picazón y aliviar los síntomas dermatológicos relacionados
con el estrés.
Establecer rutinas
de cuidado personal
Mantener una rutina de cuidado personal adecuada puede ser
beneficioso para la salud de la piel y el bienestar
emocional. Esto incluye mantener una buena
higiene, utilizar productos suaves y adecuados
para tu tipo de piel, y protegerla de los factores
ambientales dañinos, como la exposición excesiva al
sol.
Estilo de vida
saludable
Adoptar un estilo de vida saludable puede tener un
impacto pos itivo en la salud de la piel y en la
gestión del estrés. Esto implica llevar una
dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente, mantener un buen
descanso y evitar el consumo excesivo
de alcohol y tabaco.


