#Salud: La inquietante razón por la que los pediatras desaconsejan este color en los cuartos de tus hijos

0
325


En el mundo del diseño de interiores, elegir los colores
adecuados para decorar una habitación infantil puede parecer una
tarea sencilla. Sin embargo, según expertos en
desarrollo infantil
y pediatras, esta elección puede tener
implicaciones significativas en el comportamiento
y bienestar de los niños. Algunos colores que parecen inofensivos o
incluso modernos pueden afectar negativamente los sentidos y el
desarrollo cognitivo.

¿Cuál es uno de los colores más polémicos? Aunque podría
sorprender, el beige y otros tonos neutros han sido objeto de
creciente debate entre especialistas. Esta elección, asociada con
la calma y el minimalismo, plantea dudas sobre su impacto real en
los más pequeños.

Los
colores y su influencia en las emociones infantiles

Diversas investigaciones señalan que los colores que rodean a
los niños influyen directamente en sus emociones, energía y
capacidad de concentración. El rojo, por ejemplo, es conocido por
su intensidad y efecto energético, pero también puede provocar
irritabilidad y agitación cuando se utiliza en exceso. Por otro
lado, tonos como el amarillo brillante pueden generar
hiperactividad, mientras que los más apagados fomentan la
concentración y la calma.

En contraposición, colores como el azul y el verde están
asociados con la tranquilidad y el
equilibrio emocional
. Estos tonos se recomiendan
ampliamente porque generan un ambiente relajante que ayuda a
promover la concentración y el sueño reparador. Sin embargo, cuando
el entorno es completamente neutro —con predominancia de beige u
otros colores monocromáticos apagados—, surgen nuevas
preocupaciones.

El
problema con los tonos neutros como el beige

El estilo minimalista, impulsado por la popularidad de las redes
sociales como Instagram y Pinterest, ha convertido al beige en el
protagonista de muchas habitaciones infantiles. Este color, aunque
estéticamente agradable para los adultos, puede comprometer el
desarrollo sensorial de los niños, según advierten algunos
pediatras.

El Dr. Andreas Werner, un reconocido pediatra y especialista en
desarrollo infantil, afirma que los niños necesitan un
entorno visualmente estimulante
para fomentar la
curiosidad y el aprendizaje. Según Werner, colores vibrantes como
el rojo, el azul y el verde ayudan a construir conexiones
neuronales importantes en las primeras etapas de vida. En
contraste, un espacio dominado por el beige puede ser demasiado
plano para despertar el interés del cerebro en desarrollo de un
niño.

Estímulos
visuales y desarrollo cognitivo

Los primeros años de vida son esenciales para el desarrollo
motor, cognitivo y emocional. Los bebés comienzan distinguiendo
contrastes fuertes como el blanco y el negro, pero rápidamente
necesitan colores más vivos para explorar su entorno. De acuerdo
con la especialista en colorimetría Loren Fascianel, estos
estímulos visuales son clave para fortalecer sus sentidos y
fomentar su curiosidad natural.

Por esta razón, limitar el espacio del niño a paletas
monocromáticas como las que ofrecen el beige o el gris puede
dificultar el desarrollo de habilidades fundamentales. Aunque estos
colores transmiten serenidad, un ambiente repetitivo y poco
estimulante
podría limitar las experiencias sensoriales
que generan emoción y aprendizaje.

Foto Freepik

La defensa de un
balance en el diseño

Por otro lado, no todos los especialistas coinciden en
desaconsejar completamente los tonos neutros. La Dra. Anna Boctor,
otra pediatra reconocida, señala que el impacto de los colores de
la habitación puede ser limitado porque los niños no permanecen
todo el día en un mismo espacio. Según ella, lo más importante es
que los niños tengan acceso a múltiples experiencias y actividades,
dentro y fuera del hogar.

Te podría interesar:

Esta perspectiva subraya la importancia de buscar un equilibrio.
Aunque un entorno beige no es dañino por sí mismo, Boctor recuerda
que la clave está en combinar la estética deseada por los
padres con los estímulos necesarios para los hijos
.

Cómo introducir
un ambiente más dinámico

Para quienes prefieren una decoración basada en tonos neutros,
existen maneras de integrar estímulos adicionales sin perder el
estilo. Agregar elementos coloridos y
contrastantes
como cojines, alfombras, juguetes y arte en
la pared puede transformar un entorno monótono en uno lleno de
vida.

Los móviles con diseños geométricos coloridos, los libros con
ilustraciones vibrantes y los juguetes interactivos son opciones
prácticas para complementar habitaciones dominadas por colores
apagados. Cada uno de estos elementos introduce una
variedad visual y táctil que enriquece la
experiencia del niño sin comprometer el minimalismo del diseño
general.

La
estética no debe sacrificar el desarrollo infantil

El auge de una decoración con inspiraciones nórdicas o
minimalistas ha llevado a muchos padres a priorizar la armonía
visual de los espacios. Sin embargo, no hay que olvidar que los
niños perciben su entorno de forma diferente a los adultos.
Mientras nosotros buscamos habitaciones ordenadas y tranquilas,
ellos requieren lugares divertidos y estimulantes que despierten su
imaginación.

Además, la elección de colores no solo influye en su estado de
ánimo, sino también en su capacidad de resolver problemas, generar
ideas nuevas y expresar emociones. En ese sentido, construir un
entorno rico en estímulos sensoriales conlleva
beneficios que pueden durar toda la vida.

En conclusión, los colores que elegimos para los
cuartos infantiles
van más allá de una cuestión estética. Crear
un espacio equilibrado entre lo visualmente atractivo y lo
funcional para el desarrollo sensorial debe ser la prioridad de
todos los padres.

¿Le resultó útil este artículo?



Source link